El Granadazo del 82, Sánchez Baret y Los Incontrolables
Confesiones desde la intimidad balaguerista

En el transcurso de los diez años en que mantuvo vínculos cercanos con el doctor Joaquín Balaguer Ricardo y sus allegados, visitando con frecuencia el seno de su emblemática residencia, Luis Acosta Moreta, cariñosamente denominado como El Gallo, el inquieto y expresivo dirigente político logró el privilegio de conocer valiosas experiencias, actividades políticas, comportamientos individuales, al igual que sus estrechos vínculos familiares y creencias sobre el enigmático. carismático y cabalístico líder de masas, nacido en Navarrete.
Consecuencia de tal realidad, Acosta Moreta resalta en su obra La Casa del Presidente Joaquín Balaguer, Máximo Gómez 25, Parte Atrás, novedosas informaciones sobre el estruendoso y lamentable hecho escenificado en el año 1982, registrado en los anales de nuestra historia política como El Granadazo en la Junta Central Electoral, con el aparente interés de dejar al conocimiento de todos, las circunstancias y el nombre del verdadero protagonista de tan horrible acontecimiento.
Con ese propósito, el hoy presidente del Partido Unidad Demócrata Cristiano -UDC- simbolizado por un llamativo Caballo, evoca en la página 193 de su novedosa publicación, a raíz de un interesante diálogo sostenido con su inseparable amigo Samuel Pereyra Ariza, asistente personal del Doctor Joaquín Balaguer Ricardo, que el dirigente perredeísta Vicente Sánchez Baret no intervino en el manejo del explosivo en el local principal del organismo responsable de la organización y realización del certamen comicial.
Subraya El Gallo que su compañero de partido, una vez le dijo que "no fue Sánchez Baret, sino Gonzalito", reaccionando de la siguiente manera:
- "En verdad, Luis, esta es una buena oportunidad para aclarar este hecho: no fue Sánchez Baret quien lanzó la granada en la JCE, sino un grupo de veteranos y civiles de la casa (entiéndase de Balaguer, JACT), que salieron hacia la JCE a realizar ese acto terrorista".
Como si lo anterior no fuese suficiente para esclarecer el episodio en cuestión, el compatriota de Acosta Moreta continúa exponiendo:
"Quien dejó caer la granada fue uno de apellido González, a quien le decían Gonzalito, bajo órdenes de Guaroa (Manuel Guaroa Liranzo, JACT)".
Al término de su interesante relato, Pereyra Ariza concluye puntualizando:
- "Ese día, subimos tú y yo y le expresamos al presidente lo que iba a ocurrir con ese grupo de gente y, Balaguer dijo que regresaran, pero ya era tarde: la granada había estallado".
No convencido de las afirmaciones formuladas por su amigo Samuel, resalta Luis Acosta Moreta que procedió a llamar a Gonzalito recibiendo como respuesta a sus inquietudes sobre el fatídico hecho que "la granada se le cayó", cosa que nunca El Gallo creyó, pues siempre ha considerado que todo "fue el producto de un grupo a los que Balaguer llamaba "Los Incontrolables".
Tomando en consideración tal apreciación y en pocas palabras, con el contenido de la anterior narrativa, es innegable que el extrovertido y dinámico líder del Partido Unión Demócrata Cristiano -UDC- tiende a enmendar la plana al otrora indomable y aguerrido perredeísta Vicente Sánchez Baret, en procura de que brote la verdad histórica sobre un hecho doloroso y oprobioso que además de poner de manifiesto la crudeza y agresividad que ha caracterizado el ejercicio de la política criolla, en algún momento, ha de avergonzar a quien o quienes realmente lo protagonizaron.
Ojalá que conforme al contenido expuesto en estos párrafos el "San Benito" que vincula, con razón o sin ella, al incansable cotuisano nombrado y de esta manera termine de una vez y para siempre en el baúl del ayer y que no ha de ser repetido.
Hasta aquí lo dejo...