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Media asta

Izar banderas por sospechosos: un reflejo del clientelismo político

El espectáculo en Bayahíbe de izar la bandera municipal a media asta como muestra de "protesta" por la detención de Enriquillo Luis Brito, presuntamente vinculado a la Operación Panthera 7 y al hallazgo de 9.8 toneladas de cocaína, es un insulto a la inteligencia colectiva y una peligrosa señal sobre cómo el clientelismo político corrompe los valores básicos de una comunidad.

Defender ciegamente a un funcionario acusado de semejantes delitos, y peor aún, otorgarle honores simbólicos como si fuese un héroe caído, no solo erosiona la institucionalidad, sino que legitima una narrativa de impunidad. ¿Desde cuándo el tráfico de drogas y el lavado de activos se confunden con integridad? ¿Desde cuándo una investigación judicial bien fundamentada se interpreta como un "malentendido"?

El regidor Henry Ventura dice confiar en la inocencia de Brito y habla de él como un hombre "íntegro". Sin embargo, los detalles revelados por el Ministerio Público son alarmantes: millones en efectivo, armas ilegales, joyas de lujo, propiedades y vehículos de alta gama. Este no es el perfil de un servidor público promedio. Es el retrato de alguien atrapado en las redes del crimen organizado.

¿Qué mensaje se envía cuando una institución pública iza su bandera a media asta para honrar a un sospechoso de narcotráfico? Este gesto sugiere que para algunos, los vínculos personales y el poder pesan más que el bienestar de la comunidad. Es un acto que trivializa la lucha contra el crimen organizado y convierte a Bayahíbe en un símbolo del descaro y la desvergüenza.

En lugar de protestar por la detención de Brito, el municipio debería enfocarse en exigir transparencia y colaborar con las autoridades. Si resulta inocente, que lo demuestre ante los tribunales. Pero mientras tanto, actos como este solo profundizan el deterioro de nuestra sociedad, donde parece que ser "amigo del alcalde" es más importante que respetar la ley.

Es momento de dejar de izar banderas por las personas equivocadas y empezar a defender los principios que realmente nos unen como sociedad, comenzando por la honestidad.

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Periodista puertorriqueño y subdirector de Diario Libre. Ganó el Premio Nacional de Literatura Puertorriqueña, Categoría Periodismo, en 2018, por sus columnas en el periódico El Nuevo Día, del cual fue director asociado.