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¿Es sostenible?

El nuevo protocolo migratorio convierte a las embarazadas en chivos expiatorios del populismo

Solo tres días han bastado para que las haitianas embarazadas o parturientas entiendan que no son bienvenidas en República Dominicana. Solo ver los números del primer día del nuevo protocolo en hospitales públicos para comprenderlo. 

Una situación que, además de cuestionable en términos éticos, parece violar las propias leyes migratorias del país. ¿Es esto sostenible en el tiempo?

Solo el pasado lunes, primer día de aplicación del "protocolo" en los 33 hospitales donde se llevan a cabo los operativos, la Dirección General de Migración notificó la deportación de 48 embarazadas y 39 mujeres recién paridas, acompañadas de 48 menores.

Es cierto que la migración haitiana, especialmente en tiempos de caos como los actuales, representa un desafío para la República Dominicana. Los gastos médicos en mujeres haitianas superan el 30 %, y en provincias como La Altagracia, sus partos incluso sobrepasan tres a dos a los de mujeres dominicanas, además de que en los pueblos fronterizos son más que las dominicanas. Pero, ¿realmente se justifica un trato tan indigno?

El protocolo migratorio anunciado por el Gobierno parece cumplirse solo en términos de deportaciones. En muchos casos, las pacientes ni siquiera llegan a recibir atención antes de ser subidas a un autobús. Y cuando sí reciben servicios, rara vez se salda la factura.

Lo que se diluye en estas políticas, es por qué junto al tráfico de personas y el negocio de traer haitianas a parir en territorio dominicano, un hecho real, sobre todo en la frontera, hay una estructura que rara vez se toca. La cadena siempre se rompe por el eslabón más débil. Casi nunca cae el coyote haitiano, ni el dominicano que facilita el acceso al hospital. Mucho menos la red que asegura el viaje desde que ese vientre cruza la frontera hasta la camilla.

Estas mujeres se han convertido en el chivo expiatorio de una medida populista que intenta apaciguar los ánimos nacionalistas. ¿Lo habrán conseguido? ¿Se podrá mantener en el tiempo? Ya veremos... 

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Periodista dominicano. Ha trabajado en los periódicos Diario Libre, El Caribe y Listín Diario donde ha ejercido cubriendo las fuentes de deportes y ciudad. Ha trabajado en radio, televisión y proyectos digitales.