COP29: Cambio climático ha dejado pérdidas de RD$47,000 millones a las islas en 30 años
Reiteran el compromiso de República Dominicana de contribuir con la reducción de sus emisiones
En los últimos 30 años, el cambio climático ha dejado 47,000 millones de dólares en pérdidas para los países insulares del Caribe y el Pacífico, manifestó en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) la viceministra de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Ana Pimentel.
Pimentel es parte de la delegación dominicana que participa en la cumbre y que hizo énfasis en la necesidad de que el mundo aumente su ambición en la acción climática y no pierda de vista el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de la temperatura promedio mundial respecto a la era preindustrial.
Durante la Reunión de Líderes de los Pequeños Estados Insulares en Vías de Desarrollo sobre el Cambio Climático, la delegación dominicana insistió en que el cambio climático está causando daños en el presente y amenaza el futuro de miles de millones en todo el mundo.
El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático, Max Puig, insistió en la necesidad de que los países desarrollados prioricen y aceleren la financiación de la adaptación a los efectos del cambio climático en los países más vulnerables.
"También es fundamental que entre en operación el Fondo para atender Pérdidas y Daños que se creó en la COP28 para reparar a los países más afectados por los efectos del cambio climático y promover, a través de los otros fondos, la adaptación y el desarrollo de capacidades para hacer frente a este desafío", dijo.
Ambos funcionarios recordaron que la República Dominicana ha asumido el compromiso de contribuir con la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de frenar el calentamiento global como parte de la responsabilidad compartida de todas las naciones que forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático.
"El país demuestra así su liderazgo en la ambición climática a pesar de ser uno de los países que menos han contribuido al aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmosfera", señala un comunicado.
En la Cumbre de Líderes de los Pequeños Estados Insulares en Vías de Desarrollo sobre el Cambio Climático participaron figuras de renombre y representación como el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres; el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev; el presidente de Maldivas, Nohammed Muizzu; la presidenta de Islas Marshall, Hilda Heine; y el presidente de la COP29, Mukhtar Babayev.
También intervinieron los primeros ministros de Tonga, Hu`akavermeiliku Siaosi Sovaleni, de Grenada, Dickon Mitchell; de Bahamas, Phillip Davis; de Antigua y Barbuda, Gastón Bowne; y de Islas Cook, Mark Brown.
Además, tuvieron participaciones otros líderes como el ministro de Recursos Naturales, Medio Ambiente y Suelos de Samoa, Toeolesulusulu Cedric; la secretaria general de la Comunidad del Caribe (Caricom), Carla Nathalie Barnett; la directora del Fondo Verde para el Clima, Mafalda Duarte, el director ejecutivo del Fondo de Pérdidas y Daños, Ibrahima Cheikh Diong y el enviado especial para Cambio Climático de Vanatu, Ralph Regenvanu.
Turbulencias geopolíticas sacuden la COP29
Con grandes conflictos abiertos en Ucrania o Gaza y la reciente victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos, muchos negociadores asumían antes de llegar a Bakú que el contexto geopolítico de la cumbre del clima COP29 iba a ser extremadamente complejo.
Pero la realidad ha superado los temores en los primeros días de ese foro de Naciones Unidas, con la retirada de la delegación argentina de las negociaciones en Bakú por orden del presidente Javier Milei, que en los próximos días se reunirá con Trump en Mar-a-Lago en busca de un acuerdo de libre comercio entre Argentina y Estados Unidos.
Se trata de un sobresalto que nadie había anticipado, como tampoco se esperaba que Azerbaiyán y Francia fueran a zambullirse en un conflicto diplomático que ha terminado con la ministra francesa de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, anunciando que no viajará a Bakú la próxima semana para la segunda semana de negociaciones, donde los ministros toman el relevo de sus técnicos y se aceleran los procesos.