Encuentran caparazón de posible tortuga marina híbrida en La Isabela
Los restos de una tortuga cazada por pescadores posee aparentes características de tortuga verde y carey
Técnicos de la Fundación Dominicana de Estudios Marinos y del Ministerio de Medio Ambiente localizaron entre el Parque Histórico La Isabela y el río Bajabonico, en Puerto Plata, los restos de una tortuga marina que podría ser híbrida, puesto que posee aparentes características de dos especies amenazadas.
La tortuga, encontrada la semana pasada, evidenciaba haber sido cazada por pescadores, ya que solo se encontró el caparazón y las vísceras; toda la carne había sido removida con un objeto cortante.
Al levantar los restos se hizo difícil identificar la especie por el caparazón, ya que posee aparentes características de tortuga verde (Chelonia mydas) y de tortuga carey (Eretmochelys imbricata).
Con base en las fotografías tomadas en el lugar, el biólogo marino Omar Shamir Reynoso sospecha que puede tratarse de un híbrido entre ambas especies. Según el experto, la hibridación de tortugas marinas no es muy frecuente en la vida silvestre, aunque puede ocurrir en circunstancias excepcionales.
El biólogo considera que para confirmar la posible hibridación haría falta una prueba genética al espécimen encontrado.
La hibridación en tortugas marinas
De acuerdo a un informe del 2021 del Servicio de Información para la Comunidad de Investigación y Desarrollo de la Unión Europea (Cordis), la hibridación de tortugas marinas es un fenómeno que ha sido observado principalmente en la costa de Brasil, donde especies como la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga boba (Caretta caretta) están cruzándose.
Estudios recientes han mostrado que entre el 30 y el 40 % de las hembras de tortuga carey en algunas áreas de anidación en el estado de Bahía son híbridos de primera generación. Estos híbridos pueden producir descendientes viables de segunda generación al retrocruzarse con las especies parentales.
Las causas
Este proceso de hibridación es particularmente interesante dado que las dos especies se separaron hace aproximadamente 30 millones de años, lo que significa que sus genomas han evolucionado de manera considerablemente diferente. Sin embargo, factores como la disminución de las poblaciones, debido a la explotación de huevos, la urbanización costera y la contaminación han llevado a un aumento en los encuentros entre estas especies, favoreciendo el mestizaje.
El proyecto TurtleHyb, financiado por la Unión Europea, ha estado investigando las causas y consecuencias de esta hibridación. Este proyecto busca entender mejor cómo la hibridación afecta la supervivencia y evolución de las tortugas marinas, utilizando datos genómicos tanto de los híbridos como de sus especies parentales. Estos estudios podrían proporcionar información valiosa para los esfuerzos de conservación, ya que la hibridación puede influir en la viabilidad y las perspectivas reproductivas de las futuras poblaciones de tortugas marinas.
Las implicaciones
Los investigadores están explorando si la hibridación tiene implicaciones evolutivas a largo plazo, ya que la recombinación de genes en especies tan distantes podría llevar a nuevas adaptaciones o a problemas de viabilidad en los descendientes híbridos.
Según un artículo publicado en abril del 2019, por Roxana Margarita López-Martínez, del Instituto de Oceanografía de Río Grande en Brasil, la supervivencia de las especies marinas frente a diversas perturbaciones depende de complejos mecanismos genéticos y fisiológicos.
Las actividades humanas, como la modificación de playas, el turismo descontrolado y la sobreexplotación -junto con factores como la pesca incidental y el cambio climático- afectan gravemente a las poblaciones de tortugas marinas, disminuyendo sus números y alterando sus hábitats. Esto puede favorecer la hibridación, como se observa en Brasil, entre tortugas carey y bobas, donde han sido reportados híbridos con características morfológicas de una especie, pero comportamientos de otra.
La hibridación, aunque podría parecer beneficiosa para mantener las poblaciones, plantea riesgos como la alteración del patrimonio genético y la posible reducción de la resistencia y eficiencia energética de las especies. Además, se ha descubierto una alta tasa de multipaternidad en los nidos, lo que indica una mayor complejidad en la ecología reproductiva de estas tortugas.
Por ahora, los restos de la tortuga encontrada en La Isabela se encuentran bajo custodia del Ministerio de Medio Ambiente, mientras se investiga para dar con los responsables del hecho.
Durante el fin de semana, la República Dominicana y otros 14 países de América que forman parte de la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (CIT), hicieron un llamado a la acción y a la colaboración para proteger a los quelonios y sus entornos.
Esa fue una de las principales conclusiones de la XI Conferencia regional de las Partes, que tuvo lugar en la ciudad costera ecuatoriana de Manta desde el pasado martes, y que finalizó con "un llamado a la acción renovada y un compromiso firme por parte de los países miembros para salvaguardar las tortugas marinas y sus ecosistemas".
El encuentro sentó las bases para una colaboración regional continua en la conservación marina.
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