×
Compartir
Versión Impresa
versión impresa
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Juegos
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Redes Sociales
isla de Mona
isla de Mona

Isla de Mona: el territorio puertorriqueño más cercano a RD guarda relatos de piratas y minería

Durante la época de la colonia españoles, franceses e ingleses la disputaron por ser un punto estratégico

Expandir imagen
Isla de Mona: el territorio puertorriqueño más cercano a RD guarda relatos de piratas y minería
La historia de la Isla de Mona está tejida con asaltos, contrabando y amenazas navales (NASA)

Apenas separada por 60 kilómetros de la costa dominicana, la isla de Mona o Isla Mona, del taíno Amoná, es el pedazo de tierra puertorriqueña más próximo a la República Dominicana. Pero más allá de su cercanía geográfica, este islote solitario, ubicado en pleno canal de la Mona, entre Quisqueya y Borinquen, es un cofre lleno de relatos incursiones de piratas hasta campamentos mineros y sueños de convertirla en cárcel.

"Hoy es una reserva natural restringida, pero su historia está lejos de ser silenciosa."

Un punto codiciado entre dos islas mayores

Mona tiene una superficie de 55 km², siete kilómetros cuadrados más grande que el Distrito Nacional, y forma parte del Municipio Autónomo de Mayagüez, a pesar de que se encuentra a unos 75 kilómetros de distancia.

Junto a los islotes Monito y Desecheo, constituye una triada insular en medio del canal que separa a República Dominicana y Puerto Rico. Administrativamente es puertorriqueña, pero geográficamente está más cerca de Quisqueya.

La isla es una meseta de roca caliza elevada, bordeada por acantilados y formada hace más de 20 millones de años. Su terreno seco y su aislamiento la hicieron difícil de poblar, pero perfecta para vigilar. Y por eso, por siglos, fue un punto estratégico en las rutas marítimas del Caribe.

Piratas, corsarios y fortificaciones fallidas

La historia de la Isla de Mona está tejida con asaltos, contrabando y amenazas navales. Según documenta Frank H. Wadsworth en su Reseña histórica de la Isla de Mona (Revista Interamericana, 1976), desde el siglo XVI los franceses la usaron como base para atacar barcos españoles.

Hoy se le percibe como una isla mayormente árida, sin embargo en un fragmento citado por Wadsworth indica que "en las hondonadas húmedas y fértiles de la isla, los indígenas cultivaban yuca, de cuyas raíces obtenían su alimento principal: el casabe. Algunas eran tan grandes que, según fray Bartolomé de las Casas, un hombre solo no podía levantarlas".

También se daban melones "excelentes". Antes de partir, Colón aprovisionó sus naves con casabe y agua fresca. 

  • A lo largo del siglo XVII, fue punto de paso para piratas británicos, corsarios holandeses y comerciantes clandestinos que aprovechaban su ubicación para reabastecerse o esconder botines.

Se recomendó varias veces fortificar la isla, pero nunca se completaron las obras. En 1534 se pidió a la Corona Española que se construyera una guarnición para proteger el paso de "la llave de las Indias". Sin embargo, ni los ataques piratas ni las incursiones de corsarios motivaron una ocupación sostenida. Mona quedó como un lugar de paso, peligroso y a la vez apetecido.

Expandir imagen
Infografía
Arte ruprestre indígena. (SERGE AUCOIN/ WIKIPEDIA)

La era minera: cuando Mona valía por su guano

La relativa calma cambió en el siglo XIX con el auge del guanoexcremento de aves marinas y murciélagos fosilizado, como fertilizante agrícola. Las cavernas de Mona, ricas en este recurso, atrajeron empresas de Estados Unidos y Europa. Según Wadsworth, entre 1887 y 1927 se extrajeron más de 145,000 toneladas de guano, convirtiendo la isla en una mina flotante. Campamentos temporales, caminos improvisados y túneles marcados por el polvo blanco del guano transformaron el paisaje.

Pero las dificultades logísticas, acantilados, falta de agua, oleaje, hicieron costosa la operación. La industria decayó en las primeras décadas del siglo XX y dejó atrás ruinas metálicas, cabañas abandonadas y un legado ecológico aún visible.

Intentos de colonización penal y militar

En 1915, la Cámara de Delegados de Puerto Rico propuso convertir a Mona en colonia penal. El plan consistía en aislar allí a presos reincidentes, quienes además cultivarían alimentos y extraerían los últimos depósitos de guano. Se redactaron borradores, pero nunca pasó de la discusión.

También hubo propuestas de usarla como estación militar o punto de observación marítima, especialmente durante las dos guerras mundiales. Pero, una vez más, la distancia y las condiciones hostiles del terreno frustraron los planes.

Laboratorio natural

Con el fin de la minería, Mona fue declarada Bosque Insular en 1919. En 1986 se consolidó como la Reserva Natural Isla de la Mona, la más grande de Puerto Rico. El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) regula estrictamente el acceso. Solo investigadores, guardabosques y grupos autorizados pueden acampar o explorar sus cavernas, muchas aún marcadas por petroglifos taínos y arte rupestre.

Hoy, Mona es un laboratorio viviente. Se estudia su fauna endémica, como la iguana de roca de Mona, sus arrecifes, y su geología fósil.

TEMAS -

Periodista dominicano. Ha trabajado en los periódicos Diario Libre, El Caribe y Listín Diario donde ha ejercido cubriendo las fuentes de deportes y ciudad. Ha trabajado en radio, televisión y proyectos digitales.