Maternidad: ¿dónde queda la vida sexual?
Según un estudio realizado en 2018, el deseo sexual disminuye en un 61% de mujeres y en un 30% de los hombres tras traer niños y niñas al mundo

Convertirse en madre, ya sea por primera, segunda o tercera vez, transforma profundamente la vida de una mujer. Las rutinas cambian, las prioridades también, y la sexualidad —aunque sigue ahí— muchas veces pasa a un segundo plano.
Para algunas mujeres, el deseo incluso aumenta. Para muchas otras, sin embargo, se apaga temporalmente, desplazado por la sobrecarga de responsabilidades o nuevas inseguridades.
Carla, una mujer de 30 años que recientemente se convirtió en madre, confiesa que su vida sexual dio un giro tras el embarazo.
"Pasé de tener un deseo sexual alto y de disfrutar del sexo por puro placer, a no tener absolutamente nada de deseo", cuenta.
"Yo no tenía deseo sexual ni durante el embarazo ni en el primer año después de tener a mi bebé", asegura.
Cuando se le pregunta qué factores influyeron en ese cambio, Carla lo tiene claro: el estrés. "Estaba enfrentando muchas cosas nuevas: un hijo nuevo, un cuerpo nuevo, incluso un matrimonio nuevo".
Para ella, la sexualidad dejó de ser prioridad. Las dinámicas del día a día hicieron que la intimidad con su pareja quedara relegada. Aun así, reconoce que sí buscaba afecto y atención, pero sin necesidad de llegar al coito.
¿Qué dice la ciencia?

Según un estudio realizado en 2018, un 47% de las mujeres y un 43% de los hombres opina que sus relaciones íntimas han ido a peor. El informe plantea que el deseo sexual disminuye en un 61% de mujeres y en un 30% de los hombres tras traer niños y niñas al mundo.
La ginecóloga y terapeuta sexual Lilliam Fondeur explica que este cambio en la vida sexual depende mucho del momento de vida en que se encuentre la mujer. Una vez se es madre, ese rol acompaña para siempre.
"Hay madres muy jóvenes, madres con hijos pequeños, adolescentes, universitarios, y madres con hijos que ya se fueron del hogar. Lo que todas tienen en común es la sobrecarga de trabajo, especialmente el relacionado con el cuidado", indica la especialista.
Para que una mujer pueda conectarse nuevamente con su sexualidad, primero necesita asegurarse de que sus hijos estén bien: que tengan sus necesidades cubiertas, que estén estables, sanos, alimentados y cuidados.
¿Qué es la sexualidad para una madre?
"La sexualidad no es un rol, es un espacio de permiso que se da la mujer. Pero para poder darse ese permiso, necesita saber que sus hijos están bien", explica Fondeur.
¿Cómo puede una madre reconectar con su sexualidad?
1. Buen descanso: dormir bien no es un lujo, es una necesidad. Más aún para una madre. "No se trata solo de acostarse, sino de dormir tranquila", dice Fondeur. Masajes, terapias corporales o un día de spa pueden ayudar mucho a crear ese estado de relajación necesario.
2. Tiempo para ella: cada mujer es distinta y la edad influye en el tiempo que puede tomar retomar el deseo sexual. Por eso es importante crear un espacio propio, hacer cosas que la diviertan —sola, con amigas, con su pareja, pero nunca como extensión del rol materno—.
"Retomar la vida sexual en la maternidad implica descanso, autocuidado y diversión", afirma.

3. Actividades que involucren el cuerpo: una de las estrategias más efectivas es el baile. Pero también puede ser el cine, el ejercicio, caminar o cualquier actividad donde la mujer se sienta viva y presente en su cuerpo.
"Lo ideal es que esa actividad involucre movimiento, porque si el cuerpo se activa, es más fácil que se active también la sexualidad", agrega.
4. Reconectar con su cuerpo: Fondeur insiste en que es esencial que la mujer reconozca su cuerpo no solo como instrumento de cuidado para otros —como en la lactancia—, sino como un cuerpo propio, placentero y deseante.
"Para retomar la vida sexual después de la maternidad, hay que tener tiempo para una misma, dormir bien, cuidar el cuerpo, cuidar la mente y, sobre todo, divertirse. El sexo es un juego, y para jugar, necesitas sentirte segura", concluye la doctora.
Cada mujer es diferente, y la sexualidad es tanto física como mental. Disfrutarla después de ser madre depende, en gran medida, del permiso que ella se dé y de la etapa de vida en la que esté.
"Es probable que una mujer joven entre más fácil al juego del baile. Y aunque no todas las mujeres mayores se animan, también es posible volver a disfrutarlo", finaliza Fondeur.