¿Qué le pasa a tu cuerpo si te tragas un chicle?
La realidad es que tragarse un chicle, aunque no sea recomendable, no representa un peligro en la mayoría de los casos

Durante años, muchos niños crecieron con una advertencia tajante de sus padres: "¡No te tragues el chicle, que se te queda pegado en el estómago!". Fue una frase repetida con tanta convicción que logró contener, o al menos intentarlo, la tentación de ingerir accidentalmente la goma de mascar. Pero la ciencia dice otra cosa.
La realidad es que tragarse un chicle, aunque no sea recomendable, no representa un peligro en la mayoría de los casos.
El cuerpo humano no puede digerir la base gomosa del chicle, pero eso no significa que se quede en el estómago ni que dure siete años en salir, como también se decía.
En cambio, el sistema digestivo la trata como cualquier otro material no digerible y la expulsa intacta a través de las heces, usualmente en pocos días.
- Expertos advierten que solo en casos muy raros —como cuando se ingieren muchos chicles en corto tiempo o en combinación con objetos no comestibles— podría haber riesgo de obstrucción intestinal, especialmente en niños pequeños. Pero para la mayoría de las personas, tragarse accidentalmente un chicle no genera consecuencias médicas graves.
Un mito extendido
Este mito, que ha pasado de generación en generación, refleja cómo muchas creencias populares persisten con fuerza, incluso en la era de la información. Lo cierto es que si bien no es buena idea tragar chicle (porque no aporta nada al cuerpo), tampoco es el desastre digestivo que nos hicieron creer.
Así que sí: fuimos muchos los que crecimos creyendo que había una goma de mascar flotando permanentemente en nuestros estómagos. Ahora sabemos que no era más que un mito... bastante pegajoso.