"The Monster Squad", una película que alterna entre aventura juvenil y oscura comedia adulta
El filme muestra cómo una pandilla de chicos de los 80 se enfrentan a los clásicos monstruos del cine

En 1987 se estrenó "The Monster Squad", titulada en español "Una pandilla alucinante", una película que mezcla aventura juvenil con elementos de comedia oscura y terror ligero.
Dirigida por Fred Dekker y escrita junto a Shane Black, la cinta se ha convertido con el tiempo en un clásico de culto, a pesar de haber fracasado en taquilla y de las críticas mixtas que recibió en su estreno.
Su atractivo consiste en rescatar a los monstruos clásicos de Hollywood y enfrentarlos con un grupo de niños que encarnan los estereotipos más divertidos de los 80.
Una apuesta arriesgada en los ochenta
En plena década de los 80, marcada por películas como "The Goonies" y "The Lost Boys", "The Monster Squad" intentó replicar la fórmula de los grupos juveniles enfrentando amenazas imposibles.
Sin embargo, lejos de ser una simple copia, la cinta se arriesgó al cruzar el cine de aventuras infantiles con la mitología de los monstruos clásicos de Universal.
Aunque no alcanzó el éxito de taquilla de sus contemporáneos, logró diferenciarse gracias a un tono híbrido que alternaba humor infantil, frases irreverentes y escenas de auténtico terror. Ese contraste, que en su momento pudo resultar confuso para la crítica, con el tiempo se convirtió en parte de su encanto.

Producción y obstáculos creativos
El proyecto comenzó en 1985, cuando Fred Dekker buscaba relanzar historias clásicas de los monstruos de Universal. Inspirado por películas como "Abbott and Costello Meet Frankenstein", imaginó un crossover más juvenil.
Con Shane Black como guionista, el primer borrador del guion alcanzaba más de 150 páginas e incluía escenas épicas imposibles de financiar. Finalmente, se redujo a unas 100 páginas, ambientadas en una ciudad anónima que bien podía ser cualquier suburbio estadounidense.
Uno de los grandes retos fue lidiar con los derechos de los monstruos. Universal no concedió las licencias plenas, por lo que el equipo de maquillaje y efectos tuvo que crear versiones alternativas.
Así nació el "Gillman", personaje similar, pero no idéntico, a la Criatura de la Laguna Negra, o un monstruo de Frankenstein con tornillos en la frente en lugar del cuello. Estos cambios que surgieron como una solución para evitar problemas legales también aportaron un aire único a la película.

Una historia simple pero entrañable
La premisa de este filme es sencilla: Drácula ha regresado y planea conquistar el mundo reuniendo a otros monstruos legendarios, como el Hombre Lobo, la Momia, "Gillman" y el monstruo de Frankenstein. Su objetivo es encontrar un amuleto que le permitirá lograr su cometido.
El destino de la humanidad recae en un grupo de niños considerados "perdedores": Sean, Patrick, Rudy, Horace y Phoebe. Unidos por su fascinación por los monstruos, forman el Monster Squad y deciden detener a las criaturas.
Lo que sigue es una sucesión de situaciones que mezclan acción, humor y ternura, con escenas icónicas como el encuentro entre Phoebe y Frankenstein a orillas de un lago, evocando directamente la clásica película de 1931.

Entre lo infantil y lo adulto
Uno de los aspectos más curiosos de "The Monster Squad" es su tono ambiguo. Aunque sus protagonistas son niños, la cinta no evita mostrar violencia explícita, muertes y situaciones de peligro real. Asimismo, el guion incluye frases que hoy serían consideradas inapropiadas para menores.
Ese contraste genera momentos memorables: de un lado, escenas de acción terrorífica; del otro, diálogos cómicos como la célebre frase "Wolfman´s got nards!" ("¡El Hombre Lobo tiene cojones!"), gritada por Horace en un momento clave.
Esta línea, tan irreverente como graciosa, se transformó en símbolo de la película y hasta dio nombre a un documental de 2018 sobre su legado.

Recepción y fracaso inicial
Estrenada el 14 de agosto de 1987 por Tri-Star Pictures, la película recaudó apenas 3.7 millones de dólares en Estados Unidos. Su clasificación PG-13 limitó el acceso de los niños, mientras que los adolescentes mayores se sintieron más atraídos por "The Lost Boys", estrenada solo dos semanas antes.
La promoción tampoco ayudó: los carteles, diseñados como fichas policiales de "Se busca", y el eslogan parecido al de "Ghostbusters", hicieron que algunos espectadores la percibieran como una película clase B. La crítica tampoco fue unánime, acusándola de imitar a "The Goonies".

El camino hacia el culto
Con el tiempo, la película fue redescubierta en VHS, televisión por cable y proyecciones especiales. Su combinación de nostalgia ochentera, monstruos clásicos y humor negro capturó la atención de una nueva generación de fans.
El personaje de Drácula, interpretado por Duncan Regehr, llegó a ser considerado una de las mejores encarnaciones del vampiro, ocupando el puesto 30 en la lista de villanos de la revista Wizard en 2006.
El estatus de culto se consolidó con convenciones de cine fantástico, reediciones en DVD y Blu-ray, y finalmente con el documental "Wolfman´s got nards!", dirigido por Andre Gower, el actor que interpretó a Sean.
El documental explora cómo la cinta que fue fracaso inicial pasó a convertirse en un fenómeno con un fuerte significado emocional para miles de fans.
Legado y paralelismos con el "Dark Universe"
La ironía más grande es que "The Monster Squad" logró, con un presupuesto modesto y sin licencias oficiales, lo que Universal fracasó en conseguir décadas después con su fallido "Dark Universe".
Mientras que intentos como "The Mummy" (2017) con Tom Cruise no lograron crear un universo cohesionado, la cinta de Dekker consiguió reunir a los monstruos clásicos en un crossover efectivo, divertido y entrañable.
Hoy en día, la película no se considera estrictamente infantil, sino más cercana a un público adolescente y adulto joven que disfruta del cine fantástico con toques de irreverencia. Es, además, una cápsula cultural de los 80, con sus estereotipos, modas y humor de época.
"The Monster Squad" no fue la más exitosa ni la más pulida de su tiempo, pero sí una de las más memorables. Su mezcla de aventura juvenil, terror ligero y comedia irreverente le ha asegurado un lugar único en la memoria de los cinéfilos.
Este filme representa un cine arriesgado, imperfecto y auténtico, capaz de emocionar, asustar y hacer reír al mismo tiempo.
A casi cuatro décadas de su estreno, sigue viva como película de culto, recordándonos que incluso los monstruos más temibles pueden ser derrotados cuando un grupo de "perdedores" se une para enfrentar y vencer a la oscuridad.