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¿Ganas más de lo que gastas o gastas más de lo que ganas?

La mentalidad de abundancia se diferencia de la de escasez cuando respondemos esta pregunta

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¿Ganas más de lo que gastas o gastas más de lo que ganas?
Un paracaídas financiero nos programa para no tener miedo a gastarlo todo. (LUIGGY MORALES)

Focalizarnos en ganar más para gastar más o ganar más porque no alcanza nos define la situación mental financiera que nos hemos programado. Sí, la programación neurolingüística (PNL) que poseemos nos hace vivir en abundancia o escasez. ¿Podemos cambiarla? Vamos por partes.

Lo que aprendimos del dinero, o lo que no aprendimos:

Si al ser jóvenes recibíamos la mesada y nos daba trabajo llegar a la próxima recepción, quizá hoy lo que ganamos no sea suficiente para llegar al próximo cobro. La cuestión es que ya al recibir la mesada quizá estábamos programados. O nos programamos al no aprender a usar el dinero de manera asertiva.

Un paracaídas financiero nos programa para no tener miedo a gastarlo todo. Si de jóvenes nuestros padres salían al rescate cuando se nos terminaba la mesada, es probable que al recibir nuestro primer salario también pasó lo mismo. Y al llegar la época de tener una tarjeta de crédito, nuestro paracaídas pasó a ser nuestra amiga plástica.

No me extenderé más en la programación, pasemos a la solución.  

Ganar más para gastar más:

La abundancia llega cuando tenemos dinero suficiente. Lamentablemente no se logra ganando más, sino reteniendo más.

—Pero, Diego Sosa, si no lo uso, no vivo bien.

Por expresiones como estas nos damos cuenta que hay una programación de escasez. Queremos ganar más porque no alcanza, no para gastar más.

Querer gastar más nos lleva a gastar mejor. Definir en qué vamos a usar nuestro dinero. Saber que, si algo quiero, lo obtendré. Sea grande la inversión o pequeño el gasto.

Esperar al momento de hacer un viaje para buscar el dinero no es tan eficiente como tener los recursos ya disponibles.

—¿Por qué?

El que no posee el dinero tiene que usar el de otros... toma un préstamo. Comienza a pagar cuotas que incluyen el interés generado por la deuda. Al final, usa más recursos para obtener lo mismo. La abundancia se retrasa y la escasez llega.

—¿Cómo así que llega la escasez?

La persona que decidió tomar el préstamo ya usaba todo su ingreso para vivir su mes. Ahora se hará cargo de una cuota de la deuda generada por no haber tenido abundancia para pagar su viaje. Por lo tanto, su disponible del mes se verá reducido. La escasez ya está en su vida.

El que se concentra en ganar más para poder cubrir sus gastos es porque vive en escasez, si quiere cambiarlo debe tomar el toro por los cuernos:

Salir de deudas no productivas: Utilizando un programa asertivo. Te regalo mi curso, 5 pasos para salir de las deudas, está en mi academia: www.academia.diegososa.info

Reducir gastos no prioritarios: Los duendes, fantasmas y vampiros. Son desperdicios que al corregirlos pueden convertir un ingreso insuficiente a uno de abundancia.

Aprender y usar las inversiones: Para aprovechar el sobrante del ingreso, multiplicándolo para que siempre sea el mejor paracaídas a tener.

Tener un plan de futuro: Te regalo mi curso de cómo programar nuestro futuro, que es una filosofía de vida completa, no solo una creación del retiro. Tener planes de largo plazo hacen que los de corto se puedan cumplir sin ser sacrificio.

La mentalidad de abundancia no es más que hacer crecer a diario nuestro patrimonio, así cuando algo queremos, lo obtenemos.

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Conferencista, consultor, coach y escritor con 20 libros publicados. Dirigió por 10 años una de las empresas del Grupo Siemens en Argentina, Brasil y Alemania.