Actualización en la vacunación contra el neumococo
Priorizando la salud infantil
Nuestros niños se merecen que cuidemos de su salud, que es lo mismo que cuidar el futuro del país. Y una manera de hacerlo es, actualizando el esquema de vacunación contra el neumococo, una bacteria responsable de neumonías y meningitis y de la enfermedad invasiva neumocócica, que puede complicarse con artritis, osteomielitis, celulitis y endocarditis.
En los EE.UU., Europa y en otros países con menor desarrollo, se está implementando un esquema de vacunación contra el neumococo que deja atrás vacunas que fueron muy buenas, pero que en la actualidad están siendo sustituidas por otras con mayor cobertura.
Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los EE.UU. recomiendan el uso de las vacunas conjugadas de 15 y 20 valencias o serotipos, en un esquema actualizado contra el neumococo. Para aquellos niños que previamente han recibido la vacuna 13 Valente (PCV-13), su esquema vacunal podría ser completado con la vacuna 15 Valente (PCV-15) o la PCV-20, sin necesidad de tener que comenzar de nuevo su vacunación con estas últimas.
Los niños con condiciones de alto riesgo: a los que por alguna razón se les extirpó el bazo, asmáticos, diabéticos, falcémicos, cardiópatas o enfermos renales crónicos, podrían necesitar algunas dosis adicionales de la vacuna PCV-20 o la Pneumo-23 (PPSV-23) si han cumplido los dos años de edad y su esquema de vacunación no incluyó al menos una dosis con la vacuna
PCV-20. Es un esquema mucho más seguro para evitar la enfermedad neumocócica, pero que amerita de una voluntad política en los distintos ministerios de salud del mundo. Sin dejar de reconocer que, debido circunstancias o condiciones particulares, las guías para vacunar contra el neumococo o cualquier otra enfermedad pueden diferir de un país a otro.
La enfermedad neumocócica se transmite cuando una persona infectada tose o estornuda cerca de otra persona. Sin embargo, muchos niños alojan la bacteria en su garganta y nariz sin presentar molestias, aparentemente sanos, contagiando a otros niños y a personas muy cercanas como pueden ser sus propios padres, hermanos menores y abuelos. De ahí la importancia de que nuestros niños y adultos sean vacunados y protegidos correctamente contra el neumococo, sin olvidar completar el programa de vacunación primaria contra las demás enfermedades que conocemos y que podemos prevenir con otras vacunas.
Recordemos, que la prevención de enfermedades en salud pública es la meta a la que debemos aspirar, porque la curación, además de muy cara, podría nunca llegar.
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