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Papas y sumos

Sumos, papas y homónimos, un viaje por las palabras

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Papas y sumos
A partir del interés mediático por la elección del nuevo papa,exploramos las palabras homónimas y homógrafas en español, destacando ejemplos como papa y sumo, que tienen múltiples significados y orígenes. (FUENTE EXTERNA)

Hemos dejado atrás por el momento la actualidad informativa que tantas palabras nos ha enseñado relacionadas con la elección de un nuevo pontífice. Hemos comprobado esa tradición no escrita que dice que, en el cónclave, quien entra papa sale cardenal. Los hispanohablantes celebramos, además, que León XIV habla español.

A pesar de todo, me resisto a pasar la página de estas voces que han estado en el candelero estas semanas y que, en poco tiempo, volverán, al menos para nosotros, a la umbría de los templos.

Hoy voy a aprovecharlas para hablar de palabras homónimas y de cuánta información sobre ellas podemos extraer del Diccionario de la lengua española.

Empecemos por constatar que, aunque papa no hay más que uno, en el DLE encontramos –¡oh, sorpresa!– nada menos que tres papas. Cada uno de ellos está marcado con un superíndice, un número colocado en su parte superior derecha: papa¹, papa² y papa³.

Estos superíndices nos indican que, aunque parezcan la misma, son tres palabras diferentes.

Estamos, por tanto, ante tres palabras homónimas y homógrafas: se pronuncian y se escriben igual, pero tienen diferentes orígenes y diferentes significados, por lo tanto, históricamente son palabras distintas.  

El papa¹ es el protagonista noticioso de estas semanas, el sumo pontífice romano, cuya denominación nace del latín tardío y, en este, del griego pápas, que significa ´sacerdote´, ´obispo´ y ´papá´.

El sustantivo papa² nos pilla un poco más cerca. Nace en el quechua papa y nos remite al tubérculo originario de América que se ha convertido en un alimento básico para la humanidad.

Gracias a esta homonimia uno de los cardenales pudo contestar con sorna a una reportera que le preguntaba si se veía papa: «Una papa frita, desde luego», le respondió. En cambio, el papa³ tiene en su etimología el latino pappa ´comida de niños´, y así pasa a nuestra lengua.

Tres sumos hay también en el Diccionario de la lengua española. El sumo¹, del latín summus, es el adjetivo que le aplicamos a aquello que consideramos que no tiene superior (así decimos sumo sacerdote o sumo pontífice); también a lo que es muy grande (y decimos con sumo gusto o una impaciencia suma).

Este sustantivo forma parte de la expresión a lo sumo ´cuando más, si acaso´:

  • Estaré fuera dos días a lo sumo. Nada que ver con el sumo², término de origen japonés perfectamente adaptado a nuestra lengua para referirse al arte marcial de lucha cuerpo a cuerpo entre adversarios, que también se llaman sumos, de un peso superior a los 100 kg.

En cambio, el sumo³ es la denominación de una familia de lenguas originarias de Honduras.

En cualquier caso, conviene no confundir ninguno de estos tres sumos con la voz zumo, de origen árabe, y que puede ser homófona (es decir, que suena igual) de sumo para los que somos seseantes, pero que en ningún caso es su homógrafa, porque luce una vistosa zeta.

En todos estos términos especializados está presente el elemento compositivo de origen griego homo-, que significa ´igual´, y que también podemos encontrar, por ejemplo, en homogéneo, homologar y homosexualidad.

El diccionario nos ayuda a saber más de los homónimos, a conocer mejor nuestras palabras, a rastrear su origen y las redes que van tejiendo entre ellas. Pasen y vean cuántos homónimos hay en la lengua española.

TEMAS -

María José Rincón González, filóloga y lexicógrafa. Apasionada de las palabras, también desde la letra Zeta de la Academia Dominicana de la Lengua.