×
Compartir
Versión Impresa
versión impresa
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Juegos
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Redes Sociales

Elementos traza en el agua: ¿realmente mejoran la hidratación?

La verdad detrás del agua enriquecida y sus supuestos beneficios

Expandir imagen
Elementos traza en el agua: ¿realmente mejoran la hidratación?
Aunque algunos estudios sugieren beneficios en retención de agua intracelular, salud ósea y cardiovascular, la evidencia es limitada y heterogénea (SHUTTERSTOCK)

La hidratación es un componente fundamental en la salud humana, y si bien el enfoque tradicional ha sido el consumo de agua potable para cubrir los requerimientos de líquidos, ha surgido en la última década un creciente interés por el uso de "agua enriquecida" con elementos traza (o micronutrientes) como magnesio, zinc, selenio, litio, cobre, entre otros.

Este enfoque ha ganado terreno especialmente en contextos deportivos, de bienestar y medicina funcional. Pero ¿realmente hace una diferencia desde el punto de vista médico y nutricional?

¿Qué son?

Los elementos traza son minerales requeridos por el organismo en cantidades muy pequeñas (menos de 100 mg al día), pero cumplen funciones críticas en procesos enzimáticos, inmunológicos, antioxidantes y neuromusculares. Se encuentran naturalmente en algunos tipos de agua mineral o se añaden artificialmente a productos de hidratación como bebidas deportivas y soluciones orales.

¿Hidratan mejor?

Desde el punto de vista fisiológico, la hidratación no solo depende de la ingesta de agua, sino también del mantenimiento del equilibrio electrolítico y osmótico.

Aunque los elementos traza no son electrólitos principales como el sodio o el potasio, algunos estudios sugieren que su presencia podría mejorar la retención de agua intracelular, optimizar la función celular y prevenir la fatiga en contextos de ejercicio prolongado (Maughan & Shirreffs, 2019).

Por su parte, una revisión sistemática en Frontiers in Nutrition (2022) destacó que el agua mineral rica en elementos traza podría tener un impacto positivo en la salud ósea y cardiovascular, más allá de la hidratación.

Evidencia limitada, marketing y dosis reales

A pesar de estos hallazgos, la evidencia sigue siendo limitada y heterogénea. Muchos estudios utilizan diseños pequeños, falta de controles adecuados o no analizan de forma directa la hidratación como variable primaria. Además, la biodisponibilidad de estos minerales puede variar según su forma química y la matriz en la que se consumen.

Un punto crítico desde la perspectiva nutricional es que muchos suplementos comerciales de trace minerals contienen dosis muy bajas de los minerales clave, como magnesio y zinc, que no alcanzan cantidades clínicamente significativas.

Por ejemplo, productos populares contienen menos de 5 mg de magnesio por dosis, cuando el requerimiento diario puede superar los 300 mg. Este desfase genera un efecto más simbólico o placebo que terapéutico.

Adicionalmente, existe una fuerte estrategia de marketing que asocia estos productos con promesas de energía, rendimiento y salud integral, sin que dichas afirmaciones estén siempre respaldadas por evidencia robusta. El valor percibido muchas veces supera el valor funcional real.

El uso de elementos traza en el agua puede ofrecer beneficios funcionales específicos, sobre todo en poblaciones con demandas físicas elevadas o con deficiencias nutricionales. Sin embargo, no se puede afirmar categóricamente que "hidraten mejor" en términos clásicos de volumen y osmolaridad. Se necesitan estudios más robustos y estandarizados para validar estos efectos.

Mientras tanto, su uso puede considerarse seguro y potencialmente beneficioso si forma parte de un enfoque individualizado y científicamente fundamentado, evitando caer en afirmaciones exageradas impulsadas por estrategias de marketing.

TEMAS -

Dra. Erika Pérez-Lara Doctora en Medicina. Especialidad en Nutriología Clínica en INTEC. Master en Nutrición y Alimentación en Universidad de Barcelona (UB).