Médar de la Cruz: historietas contra el olvido
El artista que convirtió las cárceles en arte premiado

Médar de la Cruz es ilustrador y vive en Nueva York. Lleva consigo una herencia marcada por el Caribe, el arte y la memoria.
Durante su infancia, pasaba los veranos en Santo Domingo. Aún conserva con nitidez el recuerdo del barrio de Villa Juana, de los colores, la energía y el ritmo vital de lo dominicano.
Comenzó a dibujar desde muy pequeño y nunca dejó de hacerlo. Porque, como él mismo afirma, todos los niños se comunican mejor con trazos que con palabras, aunque muchos terminen por abandonarlos. En su graduación de primaria dijo que quería ser historietista.
En la adolescencia experimentó principalmente con la pintura. Ya en la universidad, al estudiar Ilustración, retomó el mundo de las historietas. Se unió a un club de cómics que se reunía dos veces por semana para inventar historias de forma colectiva.
En ese tiempo, su único trabajo fue como asistente de biblioteca. Por eso, cuando surgió la oportunidad de sumarse al equipo de la Biblioteca de Brooklyn, no dudó en postularse.
La labor consistía en llevar libros a las cárceles de Nueva York. Pasó a formar parte de un equipo pequeño que viajaba a Rikers Island —un recinto penitenciario ubicado en una isla—. Lo que veía allí lo impactaba profundamente y, como no podía tomar fotos dentro, empezó a dibujarlo.

Poco después de haber comenzado, compartió en Instagram una ilustración: un hombre tomando un libro desde el interior de una celda. Escribió: «Acabo de empezar un trabajo nuevo».
Tiempo más tarde, alguien del periódico The New York Times lo contactó. Había visto la imagen y le propuso colaborar con un dibujo para una columna. Fue su primer encargo como ilustrador profesional. Habían pasado seis años desde que terminó la carrera. El camino había sido lento, pero comenzaba a tomar forma.
Asimismo, una directora de arte de la prestigiosa revista The New Yorker vio también ese dibujo y le propuso desarrollar un reportaje visual. El resultado fue una serie de ilustraciones cargadas de denuncias potentes.
Allí, Médar retrata a los guardias, a los artistas que conoció entre los internos y a un personaje ruso que no hablaba inglés. También expone cómo el sistema carcelario pone en riesgo a las personas transgénero.
El ilustrador dominicano Médar de la Cruz gana un premio Pulitzer
Este trabajo, publicado en The New Yorker con el título en español Diario de un bibliotecario en Rikers Island, le valió el Premio Pulitzer 2024 en la categoría de reportaje ilustrado.
A Médar de la Cruz le interesa contar historias que tocan lo social. Le atraen lo abstracto, las letras y el grafiti. Y aunque ya ha publicado en medios importantes, siente que apenas está comenzando.
Actualmente trabaja en su primer libro, basado en su paso por Rikers. También da clases, ofrece talleres y sigue explorando, sin apuro, la forma justa de narrar lo que importa. Cumpliendo el sueño de aquel niño que alguna vez dijo, sin dudarlo, que quería hacer historietas.