Regresar a clases: la emoción, el estrés, los tapones y cómo manejarlo
Hay ilusión en los más pequeños por reencontrarse con sus compañeros y vivir nuevas experiencias, pero también tensión en padres y maestros por la organización que exige este momento

Se acerca el regreso a clases y esta es una época que despierta emociones encontradas. Por un lado, los niños quisieran seguir disfrutando de sus vacaciones; por otro, los padres sienten alivio al no tener que buscar más actividades de verano.
Hay ilusión en los más pequeños por reencontrarse con sus compañeros y vivir nuevas experiencias, pero también tensión en padres y maestros por la organización que exige este momento.
No es un asunto que se limite a comprar útiles, uniformes y libros, sino de ajustar horarios, enfrentar los tapones matutinos y coordinar múltiples tareas en poco tiempo.
Los padres sienten el peso de cumplir con todo, mientras los docentes se preparan para recibir grupos llenos de energía y expectativas, conscientes de que su labor va mucho más allá de enseñar contenidos.
A esta montaña rusa emocional se suma la presión económica que genera la lista interminable de materiales y el costo del transporte.
En muchas familias, agosto se convierte en un mes de cálculos, ajustes y hasta sacrificios para garantizar que los hijos tengan lo necesario.
Y para los maestros, es un momento de preparación intensa, con capacitaciones, organización de clases y el desafío de adaptar las estrategias a la realidad de cada grupo.

La emoción está, pero también está el cansancio previo a que todo comience.
Agreguemos a esto el factor social: el regreso a clases marca un cambio en el ritmo de toda la comunidad. Las calles se congestionan, los horarios se reajustan y, de un día para otro, todos parecen ir contra el reloj.
Este cambio abrupto puede generar irritabilidad, pérdida de paciencia y una sensación de estar siempre "corriendo detrás del tiempo".
La buena noticia es que con algunas estrategias simples se puede reducir este estrés y lograr que la transición sea más llevadera.
Consejos prácticos
Te dejo algunas recomendaciones para manejar el estrés del regreso a clases:
- Organiza con anticipación: no dejes la compra de útiles o uniformes para última hora.
- Planifica los horarios: establece rutinas de sueño y alimentación antes de que inicie el año escolar (se hace complicado al principio, pero se logra y mejora la vida).
- Divide las tareas: comparte responsabilidades entre los miembros de la familia (cada quien debe tener un compromiso innegociable).
- Cuida tu bienestar: incluye en tu día al menos una actividad breve que te relaje.
- Sé flexible y prepárate mentalmente: recuerda que no todo saldrá perfecto y está bien adaptarse sobre la marcha, a veces, sin importar que tan organizado seas, no es posible evitar el tapón.
El regreso a clases es un recordatorio de que la vida es cíclica y que, aunque cada inicio trae sus retos, también nos da la oportunidad de comenzar con nuevas herramientas y actitudes.
No se trata de evitar el estrés por completo, la realidad es que siempre habrá tapones, gastos y tareas imprevistas, se trata de aprender a gestionarlo para que no opaque lo positivo de la experiencia.
Al final, lo que quedará en la memoria no serán las carreras de último minuto, sino las risas en el camino, las historias que los niños cuentan al salir de la escuela y la satisfacción de haber acompañado este proceso con paciencia y estando presentes.