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Reflexiones sobre un sistema de salud en crisis

Este es un diagnóstico sobre las causas de los males de una sociedad que ha enfermado y que debemos sanar

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Reflexiones sobre un sistema de salud en crisis
Médicos desempleados y hospitales sin condiciones, una crisis silenciosa en el sistema de salud dominicano. (ARCHIVO/DIARIO LIBRE)

El país dispone de 1,415 hospitales públicos de los que el 13.36 % (189) son hospitales de segundo y tercer nivel, y el resto, 86.6 % (1,225), centros de atención primaria distribuidos en todo el territorio nacional.

Sin embargo, el presidente del CMD, Dr. Waldo A. Suero, informó el 19 de agosto 2025 que, entre 15 y 20 mil médicos jóvenes no tienen trabajo.

Preguntas sin respuestas

¿Por qué con tanta infraestructura y personal disponible nuestros hospitales son tan deficientes? Al punto que no cumplen con las normas mínimas para la "habilitación" que el MSP exige a los centros médicos privados, no así a sus propios hospitales.

¿Por qué nuestros hospitales siempre están tan deteriorados que hay que invertirles permanentemente cientos y miles de millones de pesos para ofrecer un servicio tan malo? Sin electricidad, agua potable, jabón y otros insumos.

¿Por qué tantas y grandes inversiones en equipos de alta tecnología sin antes tener cubiertas las necesidades básicas de prevención en salud?

Son las mismas preguntas de siempre, sin las respuestas que todos sabemos.    

El país debería disponer de grandes centros médicos de referencia en las cinco grandes regiones geográficas del territorio nacional, con personal especializado, debidamente remunerado y la tecnología de punta para resolver los casos que les sean referidos por los médicos familiares y comunitarios.

Para ello hay que elaborar y ejecutar un programa nacional, sostenible y sustentable, que no dependa del capricho ni de los resultados del último ciclo electoral, haciéndose un uso responsable de los recursos que la población entrega para una correcta administración.

Dando el justo valor al médico familiar y comunitario catalogado como un profesional de segunda categoría, cuando es todo lo contrario.

En el país deberíamos lograr un compromiso con la salud y la educación. Exigir y lograr que la inversión mayoritaria del presupuesto de la nación llegue a estas dos áreas en un proceso paulatino de educación continua de médicos, educadores y el resto de la población.

Está bueno ya de hablar. Todo está dicho, aquí y allá, por nosotros mismos y los organismos de cooperación internacional. Porque si de verdad queremos avanzar y desarrollarnos como país, hay una sola opción: producir una transformación radical de las personas.

Porque si los políticos, funcionarios y administradores que hemos tenido han sido malos, son ellos, la representación fiel de la sociedad que hemos construido.  

NOTA: la columna de hoy no es médica, tampoco deja de serlo. Es una reflexión, un diagnóstico sobre las causas de los males de una sociedad que ha enfermado y que debemos sanar.

TEMAS -

Pediatra neonatólogo. Director de la Escuela de Medicina de la PUCMM-CSD. Pediatra emérito y pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría.