Decir adiós con respeto
Cuando la honestidad es el único camino para cerrar un ciclo

Pregunta: Dra. Ana, tengo dos años de casado. Dos años que no han sido malos, pero no soy feliz. Me casé sin sentir esa química (ese corrientazo), y para que tenga una idea, en los últimos ocho meses he estado tomando estimulantes sexuales, teniendo apenas 30 años.
No hay una segunda persona de por medio. Ya estoy convencido de que no hay mucho que hacer y quiero tener esa conversación, pero no sé cómo iniciarla.
¿Cómo lo hago? Porque no quiero herir sus sentimientos. Es una excelente persona y sé que va a sufrir; estoy buscando la forma de que ese sufrimiento sea menos doloroso. Gracias.
No soporto que mi hijo me rechace
Respuesta
Por más que quieras buscar las mejores palabras, nada evitará que sea molesto y angustiante. Partir de que la otra persona es buena no te ayuda a enfocarte en la realidad.
La manera correcta no existe, pues no hay forma de controlar cómo el otro lo tome. Ahora bien, lo que sí te puedo asegurar es que, si eres honesto, sin ofender ni resaltar lo negativo que puedas ver en tu pareja, con el tiempo te lo agradecerá.
Muchas veces lo que lleva a la creación del caos es omitir la verdadera razón por la cual no se desea continuar en la relación.
Tu pareja puede pensar que hay otra persona, y eso es algo que no podrás evitar.
Sin embargo, cuando hables con ella, enfócate en que no eres feliz y asume tu responsabilidad. También recuerda que llevas tiempo pensando en ponerle fin, por lo que debes darle espacio para procesar algo que no se imagina.
Cuando lo converses, trázate un tiempo que consideres conveniente para procesarlo y, luego, sepárate. En ese período, no cometas el error de tener intimidad por pena o gratitud, pues esto podría crear una falsa esperanza en ella.