El método de Rocio Taboada para producir en la era del contenido
Rocio se formó en Buenos Aires, egresando como productora audiovisual en 2017

En el panorama audiovisual actual, marcado por un ritmo acelerado tanto en la producción como en el consumo de contenidos, la figura del productor ha tomado especial relevancia.
Este rol exige un manejo equilibrado entre eficiencia operativa y sensibilidad creativa, especialmente en proyectos musicales donde cada detalle cuenta. Rocio Taboada es una productora argentina formada en Buenos Aires, Argentina, que representa con claridad este balance: gestiona con precisión los tiempos y recursos, sin descuidar la calidad artística del resultado final.
Una tarea compleja, sobre todo en un ambiente en el que la urgencia suele desplazar la atención de lo esencial.
Rocio se formó en Buenos Aires, egresando como productora audiovisual en 2017.
Su experiencia es diversa: largometrajes, series, documentales, videoclips y contenido para plataformas. Pero más allá de los formatos, lo que la define es su enfoque estructurado y adaptable.

"El desafío siempre es el mismo: encontrar un punto medio entre lo que se quiere, lo que se puede y lo que se debe. Es una ecuación que cambia en cada proyecto", explica.
- Rocio fue parte del equipo de El robo del siglo, éxito del cine argentino dirigido por Ariel Winograd; participó en Riviera (Sky/Red Creek), una serie internacional con rodaje en locaciones reales en Buenos Aires; y luego transitó hacia la producción de videoclips, donde encontró una nueva lógica de ejecución.
"En el videoclip, el margen de error es casi nulo. Los tiempos son cortos, la postproducción es veloz, y no hay segundas oportunidades. Por eso todo empieza con una preproducción muy ordenada", indica.

Producciones
Rocio ha producido contenido en países como Argentina, Perú, México, España y Estados Unidos. Para cada nuevo contexto,
ajusta no solo sus procesos, sino también su forma de relacionarse con los equipos.
"Cada cultura tiene su forma de trabajar. Algunas son más jerárquicas, otras más horizontales. Entender eso es clave para no forzar dinámicas que no funcionan en ese entorno."
En cuanto al trabajo con los artistas, destaca la importancia de construir confianza desde el respeto profesional.
"Cuando producís para nombres como Rauw Alejandro, Duki o Daddy Yankee, sabés que hay mucha expectativa puesta en cada entrega. Pero también hay mucha presión. Lo que marca la diferencia es cómo sostenés el proceso, cómo resolvés sin dramatizar y cómo hacés que el equipo funcione."