Memoria afroamericana de Samaná ha sumado a la cultura de la provincia nordestana
Los inmigrantes estadounidenses llegaron con promesa de libertad y dos siglos más tarde sus aportes a la cultura dominicana son múltiples y relevantes

Un viaje hacia la Bahía de Samaná, donde los ecos de una migración ocurrida hace más de dos siglos siguen marcando el pulso cultural de toda una comunidad.
Un capítulo del programa de temporada Migrantes, de la periodista Millizen Uribe, mostró cómo los afroamericanos que llegaron desde Estados Unidos en 1824 dejaron un legado de fe, gastronomía, arquitectura y arte que todavía hoy define la identidad de esta provincia del nordeste dominicano.
Samaná, con su herencia afroamericana, es una prueba más de que la historia dominicana no puede contarse sin reconocer las migraciones que la han moldeado.
Los afroamericanos que se establecieron en la zona nordeste del país legaron desde Filadelfia, Nueva York, Baltimore, las Carolina y Florida, impulsados por la promesa de libertad y un futuro digno.
Se establecieron en la zona con sus costumbres, idioma y creencias, construyendo iglesias, formando comunidades agrícolas y dejando apellidos que aún resuenan: Johnson, Kelly, King, Sheppard, Hamilton, Wilmore.
Han pasado más de 200 años y, sin embargo, su huella se mantiene tan viva como el primer día.
Entre los símbolos más reconocidos de esta herencia está la iglesia San Peter, conocida como “La Chorcha”, una estructura prefabricada traída desde Inglaterra en 1901 y ensamblada en Santa Bárbara de Samaná.
La misma sobrevivió intacta al incendio de 1946 que devastó la ciudad, convirtiéndose en emblema de resistencia y en patrimonio cultural de la comunidad.
Junto a ella, la Iglesia Africana Metodista Episcopal (A.M.E) Bethel, fundada en 1899 bajo la inspiración del obispo Richard Allen, recuerda la fuerza espiritual de quienes llegaron buscando libertad.
Gastronomía con sabor a coco
Pero la herencia afroamericana de Samaná también se saborea.
La memoria de Albertina de Peña, “Vieja Pan”, vive en cada pan horneado por sus descendientes, mientras que la gastronomía local rinde culto al coco en panes, dulces, arroces y pescados.
En la parte artística, el Bamboula, baile de raíces africanas celebrado cada 24 de octubre en honor a San Rafael, sigue vigente gracias al esfuerzo de familias como la Peña y de guardianes culturales como el profesor Mártires Mercedes.
Testimonios de descendientes
El episodio recogió testimonios entrañables de descendientes como Francisca Carrasco, Richard Barret, María Mercedes Jackson, Wilfredo Benjamín Kelly, Nelly Mercedes, Justino Rodríguez Jones, David Michel Severino, Ester Wilmore Phipps y Virgilio Mercado de Peña, quienes, junto a la nueva generación, reivindican con orgullo su origen.
Además, contó con la participación de del sociólogo y director de Museos, Carlos Andujar.
Sus relatos confirmaron que ser de Samaná es también ser heredero de una migración que trajo consigo sueños, sabores, ritmos y un profundo sentido de comunidad.
“La herencia afroamericana permanece viva, latente, como un legado que el tiempo no ha logrado borrar”, expresó Uribe.
Y en ese latido, Samaná recuerda a todos aquellos que un día cruzaron mares en busca de libertad, dejando como regalo una cultura que hoy enriquece a toda la República Dominicana.
Sobre Migrantes
Migrantes es un programa conducido y coproducido por la periodista Millizen Uribe y producido por Gelen Gil. Se transmite por Telesistema, canal 11, todos los sábados a las 9:00 p.m.
La serie, concebida como un verdadero proyecto de marca país, busca visibilizar la influencia y el impacto de las distintas comunidades migrantes en la República Dominicana.
A lo largo de 13 episodios, se presentarán testimonios que muestran cómo grupos provenientes de España, Haití, Venezuela, Japón, Estados Unidos, Colombia, entre otros, han dejado huella en la cultura, la economía, la historia y la gastronomía dominicana.
El programa se rodó en locaciones como Samaná, Constanza, Puerto Plata, Sosúa, Santiago y la zona fronteriza, con un enfoque sensible y humano. José Luis Alcántara es el Director de Fotografía y Realizador y Orlando Almonte funge como editor.