Oktoberfest, la pasión por la cerveza hecha fiesta
La tradicional fiesta alemana de la cerveza, el Oktoberfest, también se ha extendido a ciudades de todo el mundo. ¿Quién no celebra ya su particular Oktoberfest?

El Festival de octubre, la traducción del alemán Oktoberfest, tiene como protagonista la cerveza, la bebida alcohólica más consumida en el mundo, por delante del vino.
Pero esta celebración que ya es sinónimo de alegría y encuentro, que se festeja en medio mundo, tiene datos curiosos que pocos conocen.
Por ejemplo, el evento no comienza en octubre, sino antes, en septiembre, pero tras una duración aproximada de 16 o 18 días si finaliza en octubre, el primer domingo de octubre, mes que le da nombre.
Durante el Oktoberfest, empresas cerveceras alemanas celebran junto a sus clientes, y los consumidores de cerveza, un encuentro envuelto en una atmósfera típicamente alemana que atrae cada año, a millones de turistas a visitar ciudades como Munich, Stuttgart o Berlín para vivirlo in situ.
Los asistentes disfrutan al aire libre, si la meteorología centroeuropea lo permite, de una cerveza (seguida de otras...) tomada en enormes jarras de un litro, los típicos platos alemanes como los pretzels y las salchichas con ensaladas, en un ambiente festivo bien aderezado de música tradicional y vestidos con los pintorescos trajes típicos, ¡como la ocasión merece!

Sabías que...
- La cerveza es la tercera bebida más consumida en el mundo, después del agua y el té.
- La República Checa -y no Alemania como puede parecer- es el país donde se consume más cerveza per cápita. Por orden, Alemania, Austria, Polonia e Irlanda completarían el top de los 5 primeros.
- China, ese gigante comercial ya en casi todo, es el mayor productor de cerveza del mundo.
- En dosis muy -muy moderadas- por la levadura natural de cebada tiene beneficios para la salud: ayuda a la digestión, fortalece los huesos, ayuda al cabello, la piel y al sistema cardiovascular.
- La cerveza es ya una de las bebidas más consumidas en el mundo, y como no podía ser de otra manera tiene su propio día en el calendario. La idea arrancó por primera vez en California en 2007 cuando un grupo de amigos reunidos en el bar que solían frecuentar, al calor de unas jarras, establecieron aquel día, el 6 de agosto, como Día de la Cerveza.
- Después se pensó que el día de la cerveza no podía celebrarse un día del mes fijo sino mejor de la semana, ¡y que mejor que el viernes! Y en 2012 se cambió con el fin de facilitar y asegurar que el Día Internacional de la Cerveza cayera siempre en viernes, coincidiendo con el descanso laboral y de ahí que fuera el primer viernes de agosto.
Un poco de historia
El nombre de la cerveza proviene etimológicamente de Ceres, la diosa romana de la agricultura, de las cosechas y por tanto de la fecundidad.
Su origen nos lleva a Oriente Medio, a hace más de dos mil años. Surgió, al parecer, fortuitamente, en Sumeria (Mesopotamia, Iraq hoy día) a partir de un procedimiento que los sumerios empleaban para hacer el pan. En él, cocían el pan, después lo humedecían con agua y lo dejaban a la intemperie.
Días después, la levadura fermentaba y surgía una bebida alcohólica que gustó mucho a los sumerios. Nacía la cerveza.
Poco a poco, la receta se fue heredando de unos pueblos a otros. En el Antiguo Egipto, se introdujo como una bebida común, de la vida cotidiana, por lo que fue considerada como la bebida del pueblo, mientras que el vino se destinaba a las clases altas.
Con el paso del tiempo la receta se fue extendiendo a Grecia, y por tanto absorbida por Roma. Se expandió por todo Oriente Medio, a través de Armenia, el sur de Rusia, hasta llegar a Alemania, Bélgica y las Islas Británicas e Irlanda donde se popularizó la cerveza tal y como la conocemos hoy.
La cervecera más antigua del mundo es la alemana Weihenstephan que data de 1040. No fue hasta el siglo XIX cuando se empezaron a embotellar las primeras botellas de vidrio.

De Múnich a Europa
En cuanto a la fiesta de la cerveza o Oktoberfest su origen es Múnich, en Baviera, concretamente el campo Theresienwiese, donde cada año acuden más de seis millones de amantes de esta bebida.
Se remonta a 1810, y si bien originalmente se celebraba a primeros de octubre, coincidiendo con la recogida del cereal, con el tiempo, sus organizadores lo adelantarlo intentando aprovechar de un tiempo más propicio, como el de septiembre.
Para los muy cerveceros, aquí van algunos de los mejores eventos anuales del Oktoberfest:
El Oktoberfest de Múnich de mediados de septiembre a primer domingo de octubre, es uno de los festivales más populares y multitudinarios del mundo. Se celebra anualmente desde 1810.
El Cannstatter Volksfesten en Stuttgart, de finales de septiembre a principios de octubre, es otro de los eventos cerveceros más multitudinario del mundo junto al de Múnich.
Belgian Beer Weekend es el festival de fin de semana en la Grand-Place de Bruselas en septiembre sirve para degustar lo mejor de la cerveza belga, uno de los países más consumidores de cerveza, en una capital con más variedad de cerveza del mundo, además de la belga.
El Gran Festival de la Cerveza Británica (en agosto) es un festival anual celebrado en Londres que cuenta con más de 900 variedades de cervezas.
En Madrid la Cámara de Comercio Alemana organiza su ya 'tradicional' Oktoberfest, donde disfrutar del ambiente bávaro con comida alemana, cerveza original, música en vivo y hasta con oportunidades de networking en un entorno festivo pero que sirve también de encuentro profesional.
Un momento -en cualquiera de sus actos-, afirman sus organizadores "para socializar, fomentar el espíritu de equipo y fidelizar con los amantes de esta bebida milenaria".
El Oktoberfest desembarca en América
El gran festejo de la cerveza atravesó el Atlántico. Desde las migraciones alemanas al nuevo continente durante los siglos XIX y XX los recién llegados llevaron consigo su tradicional festejo otoñal y nunca olvidaron celebrarlo.
El Gran Festival de la Cerveza Americana que organiza en Denver cada año la Brewers Association desde 1982 es uno de los festivales de cerveza más grandes y conocidos a nivel mundial.
The Mondial de la bière de Canadá, único festival que se celebra en el mes de mayo, es una de las mayores celebraciones de cerveza de América.
En Iberoamérica son muchos los lugares donde también se adoptó el Oktoberfest como propio, organizado por las comunidades alemanas allí instaladas. Brasil, México, Argentina, Colombia o Perú son buen ejemplo.
Al sur de Brasil se encuentra la ciudad más germana del continente americano: Blumenau, fundada a mediados del XIX por inmigrantes alemanes y donde cada año la celebración del Oktoberfest, es el segundo más grande del mundo.
Cada noche celebran el concurso de Tomadores de Chopp consistente en tomar lo más rápido posible y sin derramar ni una sola gota, 600 mililitros de cerveza.
A comienzos del siglo XX, cientos de ciudadanos alemanes se establecieron al sur de la ciudad de Santiago de Chile, en Malloco donde cada año su Oktoberfest en el Centro de Eventos Múnich, un parque de más de veinte hectáreas ofrece unas 300 variedades de cerveza y shows de música en vivo.
En Lima desde hace más de veinte años se celebra en la Costa Verde donde la versión peruana de Oktoberfest se celebra en el Parque Kennedy.
Más que una bebida, es ya una oportunidad para el encuentro, la celebración, un buen pretexto de unión de naciones, que, a pesar de hablar distintas lenguas, disfrutan y festejan en comunidad brindando con el mismo elixir milenario.
(Texto: Amalia González Manjavacas)