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Mónica Rodríguez
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Mónica Rodríguez: "El ingrediente clave para que el libro perdure es la emoción"

La escritora infantil española llega al país para participar en la XXVII Feria Internacional del Libro Santo Domingo

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Mónica Rodríguez: "El ingrediente clave para que el libro perdure es la emoción"
La escritora infantil española Mónica Rodríguez es una de las autoras internacionales invitadas a la XXVII Feria Internacional del Libro Santo Domingo. (FUENTE EXTERNA)

Con más de 70 libros que han tocado el corazón de generaciones enteras, Mónica Rodríguez se ha consolidado como una de las plumas más destacadas de la literatura infantil y juvenil de España. Y no es para menos: cuando una obra se crea con amor y pasión, el éxito es inevitable.

Ahora, la autora llega a República Dominicana para participar en la XXVII Feria Internacional del Libro Santo Domingo. Diario Libre aprovechó esta oportunidad para conversar con Rodríguez sobre su universo creativo, su visión sobre la lectura en la era digital y el papel fundamental que juegan los libros en la formación de las nuevas generaciones.

—Su primer libro fue "Marta y el Hada Margarita", en 2003. ¿Cómo ha evolucionado su estilo y enfoque como escritora desde ese momento hasta la actualidad? 

Pues muchísimo. Llevo desde entonces más de 70 libros publicados. Me mantengo escribiendo unas cinco horas diarias, con lo cual, imagínate, espero haber mejorado mucho, y desde luego la evolución como escritora es innegable.

La práctica de todos esos años y también mi evolución personal, mi crecimiento como persona que vive en el mundo y que lee, porque todos estos años también he tenido muchísimas lecturas que me han alimentado.

Inspiración lectora

—¿Qué leía Mónica Rodríguez de niña y cómo influyeron esas lecturas en su estilo y enfoque personal? 

Leía lo que había entonces en mi casa; desde los cuentos tradicionales hasta los libros de Enid Blyton que había en aquella época.

Todo lo que había por casa yo lo leía, incluso la biblioteca de mi abuelo, que tenía una biblioteca muy grande, libros de poesía, de Lorca... o sea, había una mezcla de lecturas.

Y fueron precisamente esos libros, el "Romancero gitano", de Lorca, por ejemplo, los que me hicieron entender que con la palabra se podía llegar a sentir cosas que no era necesario entender, porque era capaz de llegar a otros lugares más allá de nuestro entendimiento.

Yo empecé escribiendo poesía en mi infancia y sobre todo en mi adolescencia.

Y la poesía fue un agarradero, un lugar donde encontrarme, para buscarme, un espejo también, un refugio y un acompañamiento, ver cómo otras personas habían vivido todo eso que yo estaba viviendo, que me parecía único, y que eran capaces de contarlo a través de las palabras.

—De entre los más de 70 libros que ha publicado, ¿hay algún personaje que la haya marcado de manera especial?

Iba a decir todos, pero no es verdad, no son todos. Hay algunos menos que otros, pero sí muchos de mis personajes me han marcado.

Yo tampoco escribo series; no suelo escribir libros con segundas partes, son novelas autoconclusivas, así que no hay personajes con los que esté años y años, pero sí muchos que me han calado muy hondo porque me han enseñado muchas cosas.

Al final, escribir tiene mucho que ver con la indagación y con tratar de entender o de poner sobre el papel lo que no sabes que sabes, y hay muchos personajes que me han dado esa lucidez.

Entre ellos te podría decir Alma (del libro Alma y la isla) o Rebeca (de Un cordón en mis manos), que tiene mucho que ver con mi infancia. Son personajes que podría decir que siguen conmigo y me han enseñado mucho.

—Hoy en día, los niños tienen acceso a una amplia variedad de contenidos, desde libros hasta aplicaciones. ¿Cómo cree que la literatura infantil puede mantenerse relevante y atractiva para las nuevas generaciones?

Es verdad que es complicado, pero yo creo que es más complicado en la adolescencia. En la infancia es más fácil, porque el acercamiento a la lectura se suele hacer desde lo familiar, desde lo emocional, y claro, ahí ya está ganado.

Yo creo que ese es el ingrediente clave para que el libro perdure: la emoción. No solo la emoción que provoca leer un libro, sino también la de compartirlo con tus seres queridos.

Esa conjugación es la que hace que el libro se convierta en algo importante en la infancia y luego también en la adultez.

A la conquista del público infanto-juvenil

En ese sentido, ¿qué tan desafiante es conquistar al público juvenil?

Es muy complicado. Un adulto puede decir "vale, me cuesta este libro, pero lo termino". Creo que tenemos que enseñar a los jóvenes a tener paciencia, a entender que la recompensa no es inmediata, que cuesta a veces entrar en un libro, pero luego se convierte en algo que deja una huella profunda.

Eso se enseña desde pequeños, desde la escuela. Yo no escribo buscando enganchar rápido. Quizás si alguien busca eso, no es el lector para mis libros. Porque creo que es necesario entrar de forma más lenta y pausada en los libros, y no solo en los libros, en muchas cosas de la vida.

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Infografía

—¿Cuál considera que es la mayor responsabilidad de un escritor de literatura infantil? ¿Cómo se logra equilibrar la necesidad de entretener y la de educar?

Uy, es muy complejo. Un libro no solo debe entretener, también, por supuesto, tiene que ir un paso más allá. Creo que el ingrediente clave sigue siendo la emoción. Y también la honestidad. Los niños lo perciben perfectamente cuando se les dice la verdad o cuando se les miente, cuando algo está hecho con autenticidad.

No hay que escribir mirándoles por encima, ni agachándose para imitarles, sino mirándoles a los ojos y hablándoles con franqueza. Y no ser condescendientes, no escribir para enseñar ninguna lección, sino simplemente para hablar de la vida.

—El rol de los padres y educadores en el fomento de la lectura es fundamental. ¿Qué consejo le daría para motivar a los niños a leer más y, sobre todo, disfrutar la lectura? 

Acompañarles. Dar ejemplo. Que vean que lees, que tú disfrutas, que te alimenta. Hablar de los libros, leer al mismo tiempo que ellos, ir a bibliotecas, a librerías, darle su espacio al libro.

Es complicado por el ritmo de vida, pero hay que encontrar tiempo para la lectura compartida, tanto en las familias como en los colegios.

Libro físico vs. digital

—¿Qué aporta el libro físico que no puede ofrecer el formato digital, sobre todo cuando hablamos de literatura infantil?

Yo soy una gran lectora de e-books, me parece muy cómodo y práctico. Pero es verdad que, sobre todo en libros ilustrados, no es lo mismo.

Tener un libro en las manos, abrirlo, olerlo, ver las ilustraciones en toda su extensión... eso llena todo. Hay libros que son verdaderas obras de arte. Los niños, incluso antes de hablar, ya se comunican con lo visual. Y los libros ilustrados les llaman poderosamente la atención.

—¿Qué significado tiene para usted participar en la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo y en qué consistirá su participación?

Estoy muy contenta por la oportunidad. Mi participación va a ser muy completa e intensa. Tengo encuentros con lectores de distintas edades, una mesa redonda para hablar de literatura infantil y juvenil, otra mesa redonda para hacer lecturas de nuestros libros, y, por último, una conferencia.

—La literatura infantil es, precisamente, el tema central de esta edición de la feria. ¿Cómo valora que se le dé ese protagonismo?

Me parece fantástico que se centre una feria del libro en la literatura infantil y juvenil, que es mi campo y, como digo, mi gran pasión.

Me parece maravilloso porque, además, muchas veces es una literatura que es como el patio de atrás para muchos escritores, para muchos periodistas, y darle esta visibilidad me parece magnífico, porque es una literatura muy importante, que siembra en tantos niños y niñas.

Agenda de actividades

Estas son las actividades en las que participará la escritora española Mónica Rodríguez durante la XXVII Feria Internacional del Libro Santo Domingo, que se llevará a cabo del 25 de septiembre al 5 de octubre en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte.

  • Encuentro "Cuando fui un leopardo", viernes 3 de octubre, de 10:00 a 10:50 de la mañana en el Pabellón Infantil.

  • Mesa redonda sobre literatura infantil con Mónica Rodríguez Suárez, Chiki Fabregat, Haydée Zayas, José Rabelo y Taína Almodóvar. Viernes 3 de octubre, de 6:00 a 6:50 de la tarde en el Pabellón Infantil.

  • Lectura de cuentos infantiles con Chiki Fabregat (España), Mónica Rodríguez Suárez (España) y Lucía Amelia Cabral (Rep. Dom.), sábado 4 de octubre a las 11:00 de la mañana en el Pabellón del Ensayo Transparente (Sala Ravelo, Teatro Nacional).

  • Conferencia "Umiko: bucear la palabra", sábado 4 de octubre, de 6:00 a 6:50 de la tarde en el Pabellón Infantil.

TEMAS -

Periodista de Revista. Le apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.