Bruno Rosario Candelier resalta valores de san Juan de la Cruz
El escritor y director de la Academia Dominicana de la Lengua dictó una charla telemática sobre el tema

Durante la celebración de las fiestas patronales del Patrón Santiago, el doctor Bruno Rosario Candelier ponderó los valores como sacerdote, teólogo y escritor de san Juan de la Cruz.
El académico y escritor ofreció una charla telemática en sala virtual de la Catedral Santiago Apóstol, que fue transmitida simultáneamente, por la red social de Facebook de la Catedral y por su canal de Youtube.
El moderador de la actividad virtual fue el arreglista musical Alexander Rodríguez, quien forma parte del equipo que organiza y difunde las actividades sociales de la Catedral.
Tras agradecer la invitación del reverendo padre Roberto Miguel Escaño, de la Arquidiócesis de Santiago, el doctor Rosario Candelier inició su ponencia expresando que “san Juan de la Cruz se distinguió en vida por tres categorías: la categoría de sacerdote, la categoría de teólogo y la categoría de poeta y en esas tres categorías fue sobresaliente”.
Expresó que el autor “es la cumbre de la lírica mística en las letras españolas y universales”.
Dijo que San Juan de la Cruz “está reconocido, a nivel mundial, como la más alta cumbre de la literatura mística y que eso, naturalmente, es un alto honor y una gran satisfacción para la lengua española y, desde luego, para la literatura escrita en lengua española”.
Explicó que “la mística es la búsqueda de lo divino, es el sentimiento espiritual mediante el cual una persona siente un amor especial por la Divinidad y vive el sentimiento de lo sagrado”.
Señaló que “hay condiciones o atributos básicos que distinguen al místico, que es la gracia, la sabiduría y el amor”.
Manifestó que los místicos “sienten que han recibido la gracia, porque es una inhalación divina.
“Sienten y experimentan el encanto de la sabiduría, que es un conocimiento especial del mundo en función de esa vinculación con lo divino, y todo eso se manifiesta en el amor, el amor a todo lo viviente, en primer lugar, en el amor a Dios y en amor a las criaturas creadas por Dios, a todo el universo, a todo lo viviente”, agregó.
Explicó que “la poesía es la expresión estética del lenguaje, pero la poesía mística es la expresión estética de ese lenguaje sagrado, de esa vivencia sagrada que supone un estado especial de la conciencia y un estado singular de la sensibilidad”, y que “el místico plasma una visión del mundo en función de la espiritualidad que le asiste, en función de la cultura en la que se ha criado, en función de la disciplina intelectual, estética y espiritual que ha cultivado”.
Rosario Candelier destacó: “En el caso particular de san Juan de la Cruz, evidentemente estamos ante la obra de un sacerdote católico, que, además era teólogo, había experimentado la experiencia mística, y, por supuesto, contaba con el altísimo don de la creación poética en su más alta expresión, que es la lírica mística; de tal manera, que la obra de san Juan de la Cruz está considerada una obra ejemplar a nivel mundial, no solo en la lengua española”.
Puntualizó que “la obra de san Juan de la Cruz es una creación teopoética” y que en ellas “está el contenido de su doctrina teológica y en esa doctrina teológica él da una explicación del sentido místico de su creación poética”.
Explicó, que “en función de esos dones que distinguieron a san Juan de la Cruz, fue reconocido por la Iglesia como «Padre de la Iglesia», por su sabiduría espiritual, por su conocimiento teológico”.
Afirmó que “el papa Juan Pablo II, que en vida se llamó Karol Wojtyla, y que era un grandioso poeta místico, y que era, además, un estudioso de san Juan de la Cruz —porque él estudió un Doctorado en Filosofía y Letras y su tesis doctoral fue sobre san Juan dela Cruz— declaró, siendo pontífice, a san Juan de la Cruz el «Santo Protector de los Poetas de la Lengua Española», porque él conocía la lengua española y, sobre todo, la poesía y el pensamiento de san Juan de la Cruz”.
Rosario Candelier expresó que “san Juan de la Cruz cultivó la poesía trascendente, con la estética del lenguaje y la belleza sutil que es la belleza que está más allá de la belleza que está delante de nuestros ojos”.