Sobriedad y elegancia: análisis del vestuario de Leah Campos y Raquel Peña en el Palacio Nacional
El vestuario de las dos figuras femeninas que asistieron a la presentación de cartas credenciales capturó la atención de los presentes, reafirmando cómo la moda también comunica diplomacia

La presentación de cartas credenciales en el Salón de Embajadores del Palacio Nacional no solo marca el inicio oficial de las funciones diplomáticas de un embajador; también se convierte, inevitablemente, en una pasarela de sobriedad, simbolismo y estilo.
Este miércoles, la protagonista fue Leah Francis Campos, designada por el presidente Donald Trump como nueva embajadora de Estados Unidos en República Dominicana, quien entregó sus credenciales al presidente Luis Abinader.
Acompañando al mandatario estuvieron la vicepresidenta Raquel Peña y el canciller Roberto Álvarez.
Pero más allá del acto oficial, el vestuario de las dos figuras femeninas presentes capturó la atención de los presentes, reafirmando cómo la moda también comunica diplomacia.

La nueva embajadora optó por un diseño de la firma estadounidense Black Halo, valorado en 390 dólares (unos 24,735 pesos). El vestido, de estética depurada, presenta un escote drapeado, mangas 3/4, cinturón de piel que define la silueta y una abertura en la espalda.
Diseños como este son característicos de la marca: piezas atemporales que transmiten autoridad y feminidad. Francis Campos lo combinó con zapatos negros de punta, una elección clásica que respalda el carácter formal del encuentro.
Es un look que habla de sobriedad inteligente: moderno, pero consciente del peso institucional del momento.

En el caso de la vicepresidenta Raquel Peña apostó por un conjunto de chaqueta de mangas largas estructurada con botones dorados y falda midi, piezas sacadas de su clóset.
El dorado aporta un leve brillo ceremonial, mientras que la falda midi mantiene el respeto por el protocolo.
¿Por qué vestirse de blanco en este tipo de actos?
La tradición de vestir de blanco en ceremonias de presentación de cartas credenciales está vinculada a la solemnidad del acto y al simbolismo del nuevo comienzo que representa el arribo de un embajador.
Aunque no existe una única razón normativa, el blanco evoca pureza, transparencia y renovación, cualidades que se consideran apropiadas para una ocasión en la que se formalizan relaciones diplomáticas.
El blanco también es utilizado en otros actos de gran importancia en el país, como la juramentación presidencial.
