Expresidente hondureño enfrenta cadena perpetua tras ser declarado culpable de narcotráfico en NY
Dos de los coconspiradores de Juan Orlando Hernández cumplen condena perpetua en EE.UU., incluido su hermano
El próximo 26 de junio cuando el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (2014-2022), regrese a los tribunales podría recibir una sentencia de cadena perpetua tras ser hallado culpable de tres cargos vinculados al envío de más de 400 toneladas de cocaína desde su país hasta los Estados Unidos.
El viernes pasado, un jurado federal declaró a Hernández, de 55 años, culpable de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos; utilizar y llevar ametralladoras y artefactos destructivos durante la conspiración para importar cocaína, y tenencia de ametralladoras para facilitar dicha conspiración; y conspirar para utilizar y llevar ametralladoras y artefactos destructivos durante la conspiración para importar cocaína, y tenencia de ametralladoras para facilitar dicha conspiración.
Por el primer cargo, el expresidente hondureño enfrenta una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una pena máxima de condena perpetua, el segundo conlleva una pena consecutiva obligatoria de 30 años de prisión y por el tercero el exmandatario podría afrontar una pena máxima de condena perpetua, según un comunicado del Departamento de Justicia.
Acusaciones contra Hernández
Los documentos judiciales estadounidenses señalan a Juan Orlando Hernández, que ejerció también como presidente del Congreso Nacional de Honduras, como la "figura central de una de las conspiraciones más grandes y violentas de narcotráfico en el mundo", la misma la se extendió desde al menos 2004 o aproximadamente ese año, y hasta alrededor de 2022.
Los fiscales acusan a Hernández de abusar de su cargo y autoridad en su país "para facilitar la importación de toneladas de cocaína a Estados Unidos", a cambio de "millones de dólares en dinero", los que utilizó para su "ascenso en la política hondureña", se puede leer en el comunicado de prensa del Departamento de Justicia.
La nota indica que el expresidente "promovió públicamente legislación y publicó esfuerzos que supuestamente apoyaban medidas contra los narcóticos", al mismo tiempo que "protegió y enriqueció a narcotraficantes en su círculo de allegados y a quienes le proporcionaban sobornos financiados con cocaína que le permitieron acceder al poder en Honduras y mantenerse en este".
De acuerdo con el comunicado, Hernández confirmó extradiciones en forma selectiva empleando sus facultades para apoyar la extradición a Estados Unidos de determinados narcotraficantes que suponían una amenaza para su posibilidad de aferrarse al poder, mientras prometía permanencia para aquellos narcotraficantes que le pagaban y acataban sus instrucciones.
Además, los fiscales estadounidenses acusan a Hernández y a sus coconspiradores de abusar de la Policía Nacional y el Ejército de Honduras, con el objetivo de preservar e incrementar sus conspiraciones. Señalan que los efectivos "fuertemente armados" eran usados "para proteger sus cargamentos de cocaína que transitaban por Honduras".
Además, indican que los involucrados en esta trama "recurrieron a violencia y asesinatos para preservar y hacer crecer su actividad de narcotráfico, y atacaron y asesinaron a traficantes rivales y a quienes disputaban su control del comercio hondureño de cocaína".
"Juan Orlando Hernández tuvo todas las oportunidades para ser un promotor del bien en su Honduras natal. En vez de ello, optó por abusar de su cargo y de su país en su propio beneficio y se asoció con algunas de las organizaciones de narcotráfico más grandes y violentas del mundo para transportar toneladas de cocaína a Estados Unidos", explicó el fiscal de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams.
Condenados en la trama
El hermano de Hernández, Juan Antonio Hernández Alvarado, también conocido como Tony Hernández, ha sido condenado en relación con esta investigación, tras un juicio en octubre de 2019. Recibió cadena perpetua.
Geovanny Fuentes Ramírez, al que los fiscales definen como "un violento traficante de cocaína" y que se reunió con Hernández en múltiples ocasiones para dialogar sobre su asociación en el narcotráfico, fue condenado tras un juicio en marzo de 2021 también a condena perpetua.
Otro de los condenados es Juan Carlos Bonilla Valladares, conocido como "El Tigre", exjefe de la Policía Nacional de Honduras, se declaró culpable de participar en la conspiración para importar cocaína y tiene fecha prevista para sentencia el 25 de junio.
Mauricio Hernández Pineda, exmiembro de la Policía Nacional de Honduras y primo de Hernández, quien se declaró culpable de participar en la conspiración para importar cocaína, tiene previsto que sea sentenciado el 2 de mayo.
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