Entre vítores y aplausos, Marco Rubio dicta las pautas que regirán la política exterior de EE.UU.
Rubio fue recibido con algarabía en su primer día como secretario de Estado de los Estados Unidos
Diario Libre USA
El secretario de Estado número 72 de Estados Unidos, Marco Rubio, se dirigió por primera vez, entre aplausos y vítores, al personal que dirigirá en los próximos cuatro años y aseguró que asumir como jefe diplomático es un "honor extraordinario y un privilegio", durante el cual se comprometió a hacer que la política exterior haga avanzar los intereses nacionales de Estados Unidos.
"Quiero dar las gracias al presidente Trump por nominarme. Es un honor extraordinario y un privilegio servir en esta función, estar aquí; francamente, supervisar al cuerpo diplomático más grande, más eficaz, más talentoso y más experimentado de la historia del mundo que reside en este edificio", fue el elogio de Rubio que le valió una ronda de aplausos.
Marco Rubio se convirtió en el primer funcionario confirmado del Gabinete de Trump tras recibir el apoyo unánime del Senado. El exsenador floridano de origen cubano era la nominación para el nuevo gobierno que contaba con más probabilidades de ser aprobada, consiguiendo también el apoyo de los demócratas.
El martes fue juramentado en el cargo por el vicepresidente JD Vance, con lo que se convirtió oficialmente en el primer latino en dirigir la política exterior de los Estados Unidos.
Rubio se centró en un primer momento en destacar la labor que hacen los empleados del Departamento de Estado, a los que llamó "el rostro de Estados Unidos", sobre todo a los que trabajan en el extranjero, que según dijo, son la única interacción que tendrán la mayoría de personas de otros países con Washington, ya sea por la ayuda o los servicios prestados, reflexionó.
El nuevo secretario de Estado, que había ocupado un escaño en el Senado estadounidense por más de 10 años, se dirigió a los empleados de las embajadas en el extranjero, dándoles las gracias, tanto a sus ciudadanos como a empleados locales, al asegurar que "sin su apoyo, nos resultaría imposible llevar a cabo la misión".
Luego de las palabras de agradecimiento, una breve presentación de su familia y destacar la labor de sus nuevos empleados, Rubio fue de lleno en marcar las pautas que seguirá el Departamento de Estado bajo su liderazgo, asegurando que la misión es hacer que la política exterior se centre en "el avance de nuestros intereses nacionales", de los que dijo son "cualquier cosa que nos haga más fuertes o más seguros o más prósperos".
"Esa será nuestra misión. Ese será nuestro trabajo en todo el mundo, asegurarnos de que tenemos una política exterior que haga avanzar los intereses nacionales de Estados Unidos", insistió el republicano, que expresó sus intenciones de trabajar con aquellos países, cuyos intereses coincidan con los de Estados Unidos, los que espera sean muchos.
Rubio también indicó que el Departamento de Estado seguirá la política mundial de promoción de la paz en todo el mundo, asegurando que "eso redunda en nuestro interés nacional".
"Intentaremos prevenirlos y evitarlos, pero nunca a expensas de nuestra seguridad nacional, nunca a expensas de nuestro interés nacional y nunca a expensas de nuestros valores fundamentales como nación y como pueblo", dijo el secretario tras admitir que habrá desafíos.
Cambios en el Departamento de Estado
En su discurso de bienvenida, Rubio también expresó su intención de hacer que el Departamento de Estado sea el centro de la política exterior de Estados Unidos y que sea un actor clave en la formulación y ejecución de las políticas internacionales.
"Quiero que el Departamento de Estado esté en el centro de la forma en que Estados Unidos participa con el mundo, no solo en cómo lo llevamos a cabo, sino en cómo lo formulamos", dijo el secretario que reconoció que la agencia cuenta con "algunas de las mentes más brillantes en política exterior", de las que espera creatividad, audacia y nuevas ideas para enfrentar un mundo dinámico, "un mundo que está cambiando más rápido que nunca. Y tenemos que ir por delante", agregó.
Rubio recordó que durante su tiempo en el Senado observó que en algunos momentos, que no especificó pero señaló que se han dado en administraciones de ambos partidos, el Departamento de Estado ha quedado relegado a un segundo plano "porque alguna otra agencia puede moverse más rápido o parece ser más audaz o creativa", lo que descartó sea culpa de los empleados, pero insistió en los planes de cambiarlo.
- "Queremos estar en el centro, y queremos estar en el núcleo de cómo formulamos la política exterior, porque vamos a tener las mejores ideas de cualquier agencia y porque vamos a ejecutarlas mejor y más rápida y eficazmente que cualquier otra agencia de nuestro Gobierno. Y sé que tenemos el equipo adecuado para hacerlo", dijo Rubio.
El republicano advirtió de que se darán cambios, pero dijo que los mismo no pretenden ser destructivos ni punitivos.
"Los cambios serán porque tenemos que ser una agencia del siglo XXI que puede moverse, por un cliché que es utilizado por muchos, a la velocidad de la relevancia. Pero tenemos que movernos más rápido que nunca porque el mundo está cambiando más rápido que nunca, y tenemos que tener una visión que algunos llaman 'mirar a la vuelta de la esquina'", dijo Rubio al personal reunido en las escaleras del Departamento de Estado, que días antes había tenido de protagonista a Antony Blinken que se despedía tras cuatro años en el cargo.
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