Associated Press, excluida del grupo de prensa de la Casa Blanca, pide a la corte su reincorporación
Argumentan que la prohibición del gobierno del presidente Donald Trump es un ataque fundamental a la libertad de expresión y debería ser revocada

Un abogado de The Associated Press solicitó el jueves a un juez federal que restablezca el acceso de la agencia al grupo de prensa de la Casa Blanca y a otros eventos oficiales, argumentando que la prohibición del gobierno del presidente Donald Trump es un ataque fundamental a la libertad de expresión y debería ser revocada. El gobierno, por su parte, insistió en que no existe evidencia de que la AP haya sufrido un daño irreparable.
"La AP ya tiene 44 días en el área de castigo", dijo Charles Tobin, hablando a nombre de la agencia de noticias.
Después de una audiencia que se extendió durante toda la jornada, el juez de distrito Trevor N. McFadden levantó la sesión sin llegar a una decisión.
La AP y el nuevo gobierno mantienen un desacuerdo sobre el retiro de los reporteros y fotógrafos de la agencia del pequeño grupo de periodistas que siguen al presidente en ruedas de prensa y otros eventos. El mes pasado, la organización de noticias interpuso una demanda contra la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, y otros dos funcionarios federales, exigiendo la reincorporación de sus reporteros.
Por qué la Casa Blanca tomó represalias
La Casa Blanca tomó represalias contra el medio de comunicación el mes pasado por no seguir la orden ejecutiva del presidente Trump de renombrar el Golfo de México.
La idea de expulsar a una agencia de noticias por lo que dice —y por no usar las palabras que exige el gobierno— es extraordinariamente inusual en un país cuya Constitución garantiza la libertad de expresión sin interferencia oficial. Al castigar a la AP por lo que publica, el gobierno ha planteado preguntas sobre lo que la Casa Blanca podría castigar de los medios de comunicación cuyas palabras o imágenes no le gustan.
El juez cuestionó si a un tribunal le corresponde ordenarle a la Casa Blanca qué reporteros puede o no excluir de un evento presidencial. "Mi instinto me dice que esto no ha cambiado la manera en que cliente ejerce sus derechos de libre expresión", dijo McFadden a Tobin.
Brian Hudak, abogado del gobierno, dijo que la AP no había demostrado haber sufrido un daño irreparable. "No hay evidencia de exclusión", expresó, y añadió que la AP aún puede acceder a eventos en la Sala Este y documentar quién entra y sale de la Casa Blanca. La AP afirma que únicamente ha tenido acceso esporádico a los eventos en la Sala Este.
Hudak no presentó a ningún funcionario de la Casa Blanca como testigo el jueves. La AP llevó a sus principal fotógrafo y corresponsal de la Casa Blanca para declarar cómo es que su trabajo se ha visto afectado. Tobin subrayó que AP ya ha perdió un contrato publicitario de 150,000 dólares de un cliente preocupado por la prohibición.
Evan Vucci, fotógrafo de la AP, testificó que la agencia estaba "básicamente paralizada con respecto a las principales noticias". Vucci tomó una famosa y sumamente publicada fotografía de Trump inmediatamente después de un intento de asesinato en Pensilvania a mediados del año pasado pasado. En la sala, Tobin mostró un libro publicado por simpatizantes de Trump que tiene esa misma foto en su portada.
Vucci testificó que la AP confiaba en sus ojos y experiencia para lograr fotos del Despacho Oval que se publicarán en el hilo y en todo el mundo menos de un minuto después de que fueron tomadas, incluso mientras el evento continúa.
El corresponsal en jefe de la Casa Blanca para la AP, Zeke Miller, también detalló cómo la agencia fue capaz de transmitir rápidamente noticias a todo el mundo incluso durante el evento. Sin embargo, la prohibición ha afectado esa capacidad. Miller afirmó que la AP no pudo publicar la noticia del aplazamiento en la implementación de aranceles contra México y Canadá hasta unos 40 minutos después que un competidor.
"No vemos al presidente tanto como lo veíamos antes de que esta prohibición entrara en vigor", puntualizó Miller.
Miller también mencionó que había notado que el tono y el tenor de las preguntas que se le hacen al presidente se habían suavizado desde que se le prohibió el acceso a la AP, dejando entrever que la medida tuvo un efecto disuasorio en otros periodistas. Pero, cuando el juez lo presionó al respecto, no pudo ofrecer ejemplos específicos.
En el contrainterrogatorio a los dos periodistas, Hudak intentó establecer que la prohibición no perjudicaba tanto a la agencia como la AP lo hacía parecer. Por ejemplo, señaló que el medio fue capaz de vender fotos de los eventos de los que fue excluido gracias a acuerdos de permisos con otras compañías.
En la audiencia del mes pasado, McFadden rechazó la solicitud de la AP de emitir una orden judicial para evitar que la Casa Blanca prohíba la presencia de reporteros y fotógrafos en eventos realizados en la Oficina Oval y el Air Force One. Instó al gobierno de Trump a reconsiderar su prohibición antes de la audiencia del jueves. No lo ha hecho.
Demanda al equipo de Trump
La AP demandó al equipo de Trump por castigar a una organización de noticias por usar un discurso que no le gusta. El medio de comunicación dijo que seguirá refiriéndose al Golfo de México en su guía de estilo para clientes de todo el mundo, al tiempo que indica que Trump ordenó renombrarlo como Golfo de Estados Unidos.
"Para cualquiera que piense que la demanda de The Associated Press contra la Casa Blanca de Trump tiene que ver con el nombre de un cuerpo de agua, piénsenlo mejor", escribió el miércoles Julie Pace, la directora ejecutiva de la AP, en un artículo de opinión para The Wall Street Journal. "En realidad, se trata de si el gobierno puede controlar lo que dices".
La Casa Blanca dijo que tiene el derecho de decidir quién puede cuestionar al presidente, y ha tomado medidas para asumir un deber que ha sido manejado por periodistas durante décadas.
El presidente ha desestimado a la AP, calificándola como un grupo de "lunáticos de izquierda radical", y ha dicho que "los mantendremos fuera hasta que acepten que es el Golfo de Estados Unidos".
El caso es una de varias medidas agresivas que ha tomado el segundo mandato de Trump contra la prensa desde su regreso al cargo, incluidas investigaciones de la FCC contra ABC, CBS y NBC News y la amenaza de retirar fondos a las emisoras públicas PBS y NPR.
- La AP continúa su cobertura de las actividades del presidente y se le ha permitido asistir a las conferencias de prensa de Leavitt, pero la prohibición le ha costado tiempo a la agencia durante sus coberturas y ha obstaculizado sus esfuerzos para obtener imágenes fijas. Aun si McFadden falla a favor de la AP, no se sabe cómo responderá la Casa Blanca a la orden del juez.
Una orden ejecutiva de Trump de cambiar el nombre de la montaña más grande de Estados Unidos de Denali a Mount McKinley, su antiguo nombre, ha sido reconocida por la AP. Trump tiene la autoridad para hacerlo porque la montaña está completamente dentro del país que gobierna, señaló la AP.
En su editorial en The Wall Street Journal, Pace dijo que la AP no empezó la pelea y trató de resolver el problema antes de ir a la corte, pero necesitaba mantenerse firmes en sus principios.
"Si no damos un paso adelante para defender el derecho de los estadounidenses a hablar libremente", escribió, "¿quién lo hará?"