¿Quién es Erik Prince, el aliado de Trump que lucha contra las bandas en Haití?
El New York Times informó sobre la firma de un contrato entre Prince y el Gobierno de Haití para enfrentar a los grupos criminales que desestabilizan el país

En una medida desesperada, el Gobierno de Haití decidió contratar a grupos de mercenarios para hacer frente a los pandilleros que asedian al país, resaltando con fuerza el nombre de Erik Prince, un antiguo aliado del presidente Donald Trump y conocido proveedor de servicios de seguridad privada, que cuenta con una experiencia en el área tan vasta como controvertida.
Se espera que Prince envíe hasta 150 mercenarios a Haití durante este verano y recientemente envió un gran alijo de armas.
Según The New York Times, el fundador de la empresa militar Blackwater firmó un contrato con el gobierno haitiano para combatir a los grupos criminales que amenazan con controlar la capital del vecino país.
Esta relación se inició a finales del año pasado, cuando Prince comenzó a buscar personal para el despliegue de su operación en Haití, apoyándose en sus conocidos en Florida, según el informe del diario estadounidense.
Además, el equipo de Prince ha estado operando aviones no tripulados para cazar a los pandilleros haitianos desde marzo, aunque aún no se ha anunciado la muerte o captura de un solo objetivo de alto valor.
- Pero, ¿quién es Erik Prince? A continuación, un resumen sobre el hombre y su carrera:
Erik Prince, nacido en Míchigan en 1969, es un empresario y exoficial de la Marina estadounidense, conocido por fundar la empresa de seguridad privada Blackwater Worldwide en los años 90. La empresa, actualmente Constellis Holdings, ha pasado por varios cambios de nombre y propiedad.
Alcanzó relevancia durante la guerra en Irak, cuando su empresa obtuvo contratos millonarios del gobierno estadounidense para proteger diplomáticos y convoyes.
Sin embargo, su reputación se deterioró tras la masacre de la plaza Nisour en Bagdad (2007), donde sus contratistas mataron a 17 civiles, lo que provocó condenas internacionales e investigaciones judiciales.
Tras la masacre, Prince perdió un contrato de 1,000 millones de dólares con el Departamento de Estado para proteger al personal diplomático estadounidense en 2009, después de que el gobierno de Irak se negara a renovar la licencia de funcionamiento de la empresa.
No obstante, desde entonces Prince se ha mantenido en la industria de la seguridad privada, aunque no libre de polémicas.
- "Mi nombre se ha convertido en un cebo para las personas a las que les gusta tejer teorías de conspiración", dijo Prince en una entrevista de 2021 con The Times. "Y si ponen mi nombre, siempre llama la atención. Y es bastante repugnante".
Operaciones más recientes y diversidad de trabajos
Aunque sus operaciones iniciaron en el Medio Oriente, tras finalizar las ocupaciones estadounidenses de Afganistán e Irak —al igual que otras empresas de seguridad— las de Prince se han expandido y se han centrado en América Latina.
En septiembre del año pasado, Prince estuvo involucrado con el movimiento en redes sociales "Ya Casi Venezuela", que, según el diario La Nación, prometía terminar con el gobierno del presidente Nicolás Maduro el 16 de septiembre.
En marzo, también se vinculó su nombre a un contrato para fortalecer las capacidades de Ecuador en la lucha contra el narcoterrorismo y en la protección del espacio marítimo frente a la pesca ilegal. Prince viajó al país en abril y participó en un operativo de seguridad en Guayaquil, una de las ciudades más violentas de Ecuador.
Colaboración con Trump
También, a principios de este año, el empresario se reunió con varios ejecutivos en Washington con el fin de discutir cómo sus empresas de seguridad privada podrían ayudar a la administración de Trump a deportar a millones de indocumentados, según informó CNN.
De acuerdo con el artículo, publicado en marzo, Prince se sintió atraído a la idea de enviar a los migrantes con antecedentes penales a otro país para su detención mientras esperaban el tránsito hacia sus países de origen.
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Finalmente, Prince se excusó del grupo que se reunió en Washington y dijo a los presentes que planeaba presentar la idea de la detención directamente a Bukele, con quien había entablado una relación de trabajo previo a la victoria de Trump.
La semana siguiente a dicha reunión, el presidente salvadoreño anunció, junto al secretario de Estado Marco Rubio, la decisión de aceptar indocumentados.
Se trata del regreso de Prince a la segunda administración de Trump, después de que fuera expulsado a finales de la primera y se le prohibiera la entrada al Pentágono y a la CIA por parte de funcionarios que consideraban que sus ideas de utilizar fuerzas mercenarias en todo el mundo traían consigo un escrutinio no deseado y traspasaban los límites de la legalidad en su intento por conseguir contratos gubernamentales, según confirmaron múltiples fuentes familiarizadas con el asunto a CNN.
La relación de Prince y Trump data desde la primera campaña presidencial del republicano, para la cual el empresario donó 250,000 dólares, según los estados financieros presentados por la campaña.
Además, una hermana de Prince ocupó la Secretaría de Educación en el primer gobierno de Trump y, en 2020, el entonces presidente indultó a cuatro guardias de Blackwater condenados por el caso de Irak.
En la primera transición de Trump, Prince fue llamado "asesor informal" del equipo del presidente electo, aunque el empresario negó haber tenido ese cargo.
Prince también ha sido vinculado a otras controversias internacionales, como el entrenamiento de mercenarios colombianos para Emiratos Árabes Unidos en 2011, y un polémico plan para privatizar la guerra en Afganistán en 2017.
También en ese año, días antes de la investidura de Trump, los Emiratos Árabes Unidos organizaron una reunión entre Prince y un emisario cercano a Vladimir Putin, presuntamente para establecer un canal secreto entre Moscú y el entonces presidente electo.
Aunque el Congreso estadounidense recomendó una investigación penal por declaraciones falsas de Prince, nunca se le presentaron cargos.
- Más recientemente, The New York Times reveló que Prince reclutó a exespías para infiltrar grupos liberales en EE. UU., y en 2021 fue acusado por la ONU de violar un embargo de armas en Libia, acusación que él negó.
Críticas a la operación en Haití
Rod Joseph, veterano haitiano-estadounidense del Ejército de EE. UU. y propietario de una empresa de seguridad en Florida, afirmó haber estado en contacto con Prince desde finales del año pasado. Inicialmente creyó que el proyecto tendría respaldo oficial estadounidense, pero luego quedó claro que la operación dependería exclusivamente del gobierno haitiano.
- "Deberíamos estar muy preocupados, porque si viene del gobierno de EE. UU., al menos debe rendir cuentas al Congreso. Pero si es él, su contrato, no le debe explicaciones a nadie", advirtió Joseph. Rechazó colaborar si no se le daban detalles precisos de la misión ni se le garantizaba un rol de liderazgo.
Prince le comentó que planeaba enviar soldados privados desde El Salvador, junto con tres helicópteros, para lanzar ataques contra las pandillas. Cabe señalar que los contratistas militares estadounidenses que trabajan en el extranjero deben obtener una licencia del Departamento de Estado, aunque esos permisos no son públicos.
Joseph, quien fue el único de las 12 personas que se identificó para el artículo del New York Times, ya ha trabajado en Haití, donde entrenó a la policía en el uso de drones de vigilancia.
Haití tiene antecedentes con contratistas militares. En 1994, cuando tropas estadounidenses restituyeron al presidente Jean-Bertrand Aristide tras un golpe de Estado, fue acompañado por una firma privada de seguridad.
Sin embargo, la implicación de mercenarios ha sido más cuestionada en años recientes, especialmente tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, en el que participaron mercenarios colombianos contratados por una empresa estadounidense.