Agencia climática de EE. UU. perderá a finales de mes acceso a datos clave para prevenir huracanes
Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa deja de compartir datos con agencias civiles

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) anunció el lunes que perderá el acceso a datos satelitales esenciales para el pronóstico de huracanes el próximo 31 de julio, fecha en que el Departamento de Defensa dejará de compartir las imágenes con esa agencia estadounidense.
Inicialmente, la NOAA iba a perder el acceso a los datos a partir de ayer 30 de junio, pero logró ampliar el plazo dado que la NASA, que también se iba a ver afectada por la medida, solicitó una prórroga hasta el 31 de julio.
Según un comunicado de la NOAA, a última hora del viernes 27 de junio, el Mando de Meteorología y Oceanografía Naval recibió una solicitud de Karen St. Germain, directora de la División de Ciencias de la Tierra de la NASA, "para posponer la retirada y continuar procesando y distribuyendo datos del Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa hasta el 31 de julio".
- La decisión original de cortar el acceso a los datos satelitales a partir de ayer lunes se tomó con el objetivo de "mitigar un riesgo significativo de ciberseguridad", según la nota.
Aspecto "crucial"para su labor
El acceso de la NOAA a los datos proporcionados por el Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa era crucial para pronosticar la formación de huracanes, dado que permitía medir variables que no estaban al alcance de los satélites convencionales.
La medida, además, tiene lugar en plena época de huracanes, que los expertos esperan sea más intensa de lo normal en el Océano Atlántico.
Según la Universidad del Estado de Colorado (CSU, por sus siglas en inglés), la probabilidad de que un huracán mayor, de categoría 3 o más, impacte a Estados Unidos en la actual temporada ciclónica del Atlántico asciende al 51 %.
Esto coincide con la aprobación en la Cámara Baja del Congreso del polémico "gran y hermoso proyecto de ley" del presidente de EE. UU., Donald Trump, que incluye un recorte de casi el 30 % del presupuesto anual a la NOAA y de 646 millones de dólares a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA).