EE. UU. advierte sobre intentos de soborno para desestabilizar Haití y respalda a las autoridades
La advertencia llega en un momento de tensiones internas dentro del consejo de transición, mientras las pandillas continúan expandiendo su control sobre Puerto Príncipe

Estados Unidos alertó este viernes sobre "intentos de soborno y corrupción" dirigidos a desestabilizar Haití, país que enfrenta una profunda crisis política y social agravada por el control territorial de las pandillas y la fragilidad institucional.
A través de mensajes publicados en la red social X, tanto la Embajada de Estados Unidos en Haití como la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental expresaron su preocupación por estos reportes, sin precisar detalles.
En la publicación, las autoridades estadounidenses elogiaron y reiteraron el apoyo a los miembros del Consejo Presidencial de Transición por rechazar la corrupción y por colaborar con el actual primer ministro en los esfuerzos por estabilizar el país.
"Felicitamos a los miembros del TPC por rechazar la corrupción y reafirmamos nuestro apoyo a su colaboración con el Primer Ministro para trabajar juntos en la estabilización de Haití, en beneficio de nuestros intereses nacionales compartidos", dijo la embajada estadounidense.
"Haremos responsables a quienes intenten socavar esta colaboración", advirtió en su publicación.
La advertencia llega en un momento de tensiones internas dentro del consejo de transición, mientras las pandillas continúan expandiendo su control sobre Puerto Príncipe y otras regiones del país. Se estima que más del 90 % de la capital está bajo control de grupos armados, según organismos internacionales.
Crisis humanitaria y violencia sin control
La situación de seguridad en Haití sigue deteriorándose. La Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití informó que entre abril y junio de 2025 al menos 1,520 personas fueron asesinadas y más de 600 resultaron heridas.
La mayoría de estos hechos ocurrieron en Puerto Príncipe, aunque también se reportaron ataques en la región central del país.
El informe detalla que más del 60 % de las muertes y heridas ocurrieron durante operaciones de seguridad contra pandillas, mientras que un 12 % se atribuye a grupos de autodefensa. Asimismo, más de 400 edificios, incluyendo viviendas, escuelas y centros de salud, fueron saqueados, incendiados o destruidos por bandas criminales en el mismo período.
Como resultado de la violencia persistente, más de 1,3 millones de personas han sido desplazadas internamente en los últimos años.
La crisis política se profundizó desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, un hecho que desató el colapso de sus principales instituciones y provocó el aumento del poder de las pandillas.
La comunidad internacional, liderada por Estados Unidos y apoyada por la ONU, intenta estabilizar al país mediante una misión de apoyo policial liderada por Kenia. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto ante la falta de unidad política interna, la incapacidad del Estado haitiano de recuperar el control territorial y el pobre apoyo internacional recibido por la misión.