Acordada la entrega a Estados Unidos de un acusado de vender armas a un cártel mexicano
El reclamado presuntamente llevaría 25 años actuando como un traficante de armas internacional desde Bulgaria

La Audiencia Nacional española acordó la extradición a Estados Unidos de un ciudadano búlgaro que está acusado de tratar de vender armas a un cártel mexicano y que fue detenido en Madrid el pasado mes de abril.
Los magistrados de este juzgado dedicado a los delitos de mayor gravedad dan luz verde a la entrega de Peter Mirchev a condición de que las autoridades estadounidenses garanticen en un plazo de 45 días que, en caso de que el reclamado sea sentenciado a cadena perpetua, ésta no sea de por vida, bien por revisión legal o por la concesión de una medida de gracia.
Así lo acuerdan en un auto conocido este viernes -y contra el que cabe recurso- en el que consideran que se cumplen los requisitos legales para proceder a la entrega: son delitos comunes, no se advierte motivación espuria y no concurren circunstancias que determinen la extinción de la responsabilidad penal.
El reclamado, que presuntamente llevaría 25 años actuando como un traficante de armas internacional desde Bulgaria, está reclamado en Estados Unidos por delitos que equivaldrían en España a pertenencia a organización criminal, contra la salud pública (tráfico de drogas), de sustancia que causa grave daño a la salud (cocaína), tráfico de armas de guerra y falsificación de certificados.
Acusaciones de EE. UU.
Estados Unidos le acusa de traficar con armas desde septiembre de 2022 a sabiendas de que el cliente era un peligroso cartel mexicano, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Además, tambié se le acusa de hacerlo junto a otros tres acusados en países africanos que falsificaban la documentación de este armamento para simular que el destino era el Ejército de Tanzania.
En este caso se incautaron cincuenta fusiles de asalto AK-47 y el reclamado se habría concertado para suministrar además de forma ilegal ametralladoras, lanzacohetes, granadas, minas antipersonas y armas antiaéreas.
Tras la aprehensión de las armas, los acusados, indica el texto, conspiraron para suministrar más armamento a los cárteles de la droga.
En concreto, el reclamado habría hablado de la posibilidad de suministrar al CNJG misiles superficie-aire, drones antiaéreos y el sistema de armas antiaéreas ZU-23 con capacidad de disparar proyectiles y diseñado para derribar objetivos de baja altitud, como helicópteros.
Durante la vista de extradición, que tuvo lugar este mes, el reclamado se opuso a ser entregado y su defensa señaló que el delito del que se le acusa fue provocado por la agencia estadounidense contra la droga, la DEA.
Etravés de un agente infiltrado esta agencia le propuso traficar con armas y fingió además que el cliente que iba a comprarlas era el mencionado cartel.
Una teoría a la que se opuso el fiscal, que apoyó la extradición y sostuvo que los agentes estadounidenses no provocaron en ningún caso el delito, sino que intentaron que no se consumara.