El haitiano Herriot Tabuteau lidera una farmacéutica que revoluciona tratamientos cerebrales en EE. UU.
Conoce el impacto positivo de Axsome Therapeutics en el mercado farmacéutico con su tratamiento revolucionario.

Herriot Tabuteau, un médico y empresario nacido en Haití, se ha convertido en una de las figuras más destacadas del sector biotecnológico de Estados Unidos.
Es el fundador y director ejecutivo de Axsome Therapeutics, una empresa con tres medicamentos en el mercado y cinco en desarrollo, cuyo trabajo promete beneficiar a unos 150 millones de personas que padecen trastornos cerebrales como depresión, déficit de atención o Alzheimer, según un reportaje publicado por Forbes.
Tabuteau, de 57 años, emigró de Haití a los nueve años para vivir en el Upper East Side de Manhattan con su padre y su madrastra. Provenía de una infancia marcada por la pobreza y la falta de cuidados básicos.
"Viví todo tipo de carencias —físicas, nutricionales, emocionales—, pero eso me enseñó resiliencia", contó a Forbes. Esa experiencia, dice, moldeó su determinación para abrirse paso en un entorno dominado por grandes corporaciones y capital de riesgo.
- Graduado en biología molecular y bioquímica en la Universidad Wesleyan y en medicina en Yale, Tabuteau renunció a su sueño de ser neurocirujano al observar, según sus palabras, "la infelicidad visible" de muchos de sus profesores médicos.
En lugar de una residencia hospitalaria, optó por las finanzas. Trabajó en Goldman Sachs, Bank of America Securities y en fondos de inversión especializados en biotecnología. Esa carrera le permitió conocer de cerca cómo las startups médicas triunfaban o fracasaban, y le dio las herramientas para lanzar su propia empresa.
En 2012 fundó Axsome Therapeutics, sin capital de riesgo y financiada con recursos personales y apoyo de familiares y amigos. Su apuesta fue diferente: desarrollar varios medicamentos al mismo tiempo, reducir los costos mediante ensayos clínicos internos y enfocarse en enfermedades cerebrales, un campo donde pocos logran resultados exitosos.
"Si haces las cosas igual que todos, tendrás los mismos resultados que todos. Nosotros queríamos resultados distintos", declaró a Forbes.
La compañía, cuyo nombre combina las palabras axón y soma (partes de una célula nerviosa), empezó en una pequeña oficina sin ventanas en el Rockefeller Center, apodada "el clóset de las escobas".
La empresa
Hoy, Axsome cotiza en el Nasdaq con una capitalización de mercado de 6,100 millones de dólares. En los últimos 12 meses, la empresa registró 495 millones de dólares en ingresos, un aumento del 70 % respecto al año anterior, aunque aún no alcanza la rentabilidad: su pérdida neta fue de 247 millones.
El primer gran éxito llegó en 2022 con Auvelity, un tratamiento para la depresión mayor que puede comenzar a actuar en una semana, frente a las seis u ocho que requieren los antidepresivos tradicionales.
El día de su aprobación por la FDA, las acciones de la empresa subieron 65 % y el medicamento apunta a superar los 500 millones de dólares en ventas este año. Analistas anticipan que se convertirá en un "blockbuster", nombre que se da en la industria a los fármacos que superan los mil millones en ingresos anuales.
Ese mismo año, Axsome adquirió Sunosi, un medicamento contra la somnolencia diurna, por 53 millones de dólares. Menos de un año después, vendió los derechos en Europa, Medio Oriente y África por 66 millones, además de regalías. Actualmente, Sunosi genera más de 100 millones anuales.
Con estos resultados, las acciones de Axsome han subido 35 % en el último año, muy por encima del 1 % del índice Nasdaq Biotech.
El próximo paso de Tabuteau es lograr la aprobación de un tratamiento para la agitación asociada al Alzheimer, una condición que afecta a millones de personas mayores y para la que los medicamentos actuales presentan graves efectos secundarios. Aunque los ensayos clínicos han tenido resultados mixtos, la empresa planea presentar la solicitud ante la FDA antes de fin de año.
Si logra la aprobación, Tabuteau estima que ese medicamento podría generar entre 1,500 millones y 3,000 millones de dólares anuales, y consolidar su meta de convertir a Axsome en una compañía con más de 16,000 millones en ventas.
El niño que salió de Haití en busca de una vida mejor ahora lidera una de las farmacéuticas más innovadoras del mundo. "Podemos ser pequeños en tamaño", dijo a Forbes, "pero no lo somos en fundamentos ni en ambición".