Los "nuevos medios" ocupan la sala de prensa del Pentágono tras retirada de corresponsales
Nuevas reglas del Pentágono buscan controlar el flujo de información pública

Influencers, blogueros y reporteros de los llamados "nuevos medios" ocuparon este martes la sala de prensa del Pentágono durante la primera sesión informativa ofrecida por el organismo desde que retirara el acceso a la gran mayoría de medios nacionales y extranjeros acreditados tras el rechazo casi generalizado de sus nuevas normas.
La secretaria de Prensa del Departamento de Guerra estadounidense, Kingsley Wilson, dio la bienvenida a los nuevos corresponsales, entre ellos a la polémica Laura Loomer y al excongresista republicano Matt Gaetz.
Wilson adelantó que el organismo podría retomar la frecuencia de ruedas de prensa semanales o quincenales. "Estamos emocionados de tenerlos a todos en el Pentágono", aseguró.
El Pentágono impone nuevas restricciones a los periodistas
Pentágono dará acceso a periodistas de medios de tendencia conservadora
Burla a la prensa tradicional
Varios de los nuevos acreditados se jactaron en redes sociales de que "ahora les pertenecían" los escritorios donde trabajaron por décadas corresponsales de medios como The Washington Post, The New York Times, The Atlantic, CNN, CBS, Fox News, ABC y agencias como EFE, Reuters y AP.
"Washington Post, se siente bien estar sentado en tu antiguo escritorio en el Pentágono. Diviértanse fuera", escribió en X Lance Johnston, miembro de la organización de derecha Fearless Media.
Johnston, junto a su colega Cam Higby y otros como el conservador RC Maxwell, publicó fotos sentados en los cubículos desocupados con mensajes de "fuera los propagandistas y periodistas a sueldo. Que entren los que dicen la verdad y aman a Estados Unidos".
- Desde su regreso al poder en enero, el presidente Donald Trump ha redoblado sus ataques contra la prensa, a menudo llegando a ofender a los reporteros que hacen preguntas que el mandatario considera ofensivas.
En consecuencia, el rebautizado como Departamento de Guerra —el ministerio que recibe más fondos públicos federales— dejó de hacer sus usuales ruedas de prensa semanales o de informar en detalle de operaciones militares de interés público como el ataque contra supuestas narcolanchas en el Caribe y el Pacífico.
En octubre, retiró las credenciales a la gran mayoría de los medios que trabajaban en el emblemático edificio a las afueras de Washington D. C., después de que estos se negaran a aceptar nuevas reglas que establecen estrictas limitaciones de acceso físico a las instalaciones, el uso de fuentes y plantean la posibilidad de sanciones por el hecho de solicitar información de interés público sin autorización, aun cuando esta no sea clasificada.
Miembros de la Asociación de Prensa del Pentágono han denunciado las acciones del Departamento de Defensa por su "amenaza implícita de criminalizar la información sobre seguridad nacional y exponer a quienes la firmen a un posible procesamiento" y se comprometieron a continuar la cobertura fuera de sus antiguos despachos.

EFE