Desde Princeton, un joven dominicano cuenta su día a día en redes sociales
Con una sólida formación académica y cultural, Santorini utiliza sus redes sociales para promover valores y el acceso a la educación superior

La vida detrás de Dylan Santorini resulta particular. En las redes sociales es conocido por ese nombre, pero entre familiares y amigos es Alex, un joven dominicano que cursa estudios en la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey, Estados Unidos.
Santorini decidió crear un personaje para separar su vida privada de su presencia en redes sociales, y pese a que esta decisión le ha provocado algunas confusiones, asegura que todo lo que comparte en internet refleja fielmente su cotidianidad.
De padres dominicanos y nacido en Nueva Jersey, Dylan fue criado en una comunidad mayormente hispana y dominicana, lo que le permitió crecer profundamente conectado con su cultura.
El joven dominicano, de 20 años, cursa actualmente la carrera de Relaciones Internacionales, con estudios complementarios en Emprendimiento y Francés. Una de sus metas, luego de finalizar sus estudios, es crear su propia empresa y utilizar su formación para generar impacto a nivel social.
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El joven contó a Diario Libre que la cultura dominicana lo ha ayudado a sobresalir tanto en su vida académica como en su incursión en las redes sociales, al definir a los dominicanos como personas con "ánimo y espíritu bien positivo".
"Yo siento que mis padres siempre me enseñaron eso y el amor de mi comunidad, de mi familia, todo el mundo que yo conozco que es dominicano siempre ha sido como una luz, una inspiración y por eso mismo yo creo que era tan importante cuando estaba empezando con las redes sociales, darle énfasis a este personaje de ser dominicano", expresó Santorini.
- La fe y la disciplina han sido pilares fundamentales en su camino. Dylan atribuye gran parte de sus logros al apoyo de sus padres y a una vida guiada por la fe. Durante cuatro años asistió a clases de religión a las seis de la mañana, una rutina que fortaleció su sentido de responsabilidad y compromiso. Reconoce que este proceso implicó sacrificios personales, pero afirma que cada esfuerzo tuvo un propósito.
Incursión en las redes sociales
Santorini incursionó en las redes sociales a finales del verano de este año mientras realizaba una pasantía. Con el paso de los meses, logró encontrar su voz al combinar el humor, el acento dominicano y contenido relacionado con los idiomas.
En sus plataformas comparte su rutina de trabajo, su vida universitaria y otras experiencias, con el objetivo de utilizar su página como un espacio que promueva valores, amistad y la preparación académica.
"En cosas que yo creo que de verdad hacen falta en la sociedad", señaló.
"Siento que ha sido una grande bendición en mi vida y yo encuentro que es una oportunidad tan bella poder ayudar a los demás, aunque no pueda estar ahí físicamente y estar ayudándolos y guiándolos paso por paso", declaró.
Dijo, además, que ha recibido una acogida positiva por parte de los usuarios de las redes sociales, especialmente de madres interesadas en que sus hijos puedan acceder a universidades de prestigio, como las pertenecientes a la Ivy League en los Estados Unidos.
Estos testimonios, asegura, le confirman la importancia de compartir información que muchos desconocen y de romper con la idea de que estas instituciones son inaccesibles para estudiantes de bajos recursos.
Vida académica
Antes de entrar en la universidad estuvo vinculado al arte. Actuación, canto y baile formaron parte de su formación, al tiempo que desarrollaba una destacada trayectoria académica.
En la escuela secundaria asumió roles de liderazgo en clubes estudiantiles, participó en competencias de teatro y debate, practicó deportes y se involucró en programas de investigación y cursos avanzados. Su preparación incluyó estudios de verano en la Universidad de Brown.
En su universidad, la presencia de estudiantes dominicanos es limitada. No obstante, ha logrado integrarse en espacios culturales y académicos junto a otros jóvenes hispanos. Para él, compartir experiencias y construir comunidad ha sido clave para sentirse acompañado en un entorno altamente competitivo.
Programas para entrar a Universidades de EE. UU.
Dylan exhorta a los jóvenes dominicanos e hispanos a no limitarse por el temor al costo de las universidades en Estados Unidos.
Explica que, aunque el proceso de admisión es competitivo, muchas instituciones de alto prestigio ofrecen amplias ayudas financieras. Como ejemplo, señala que aplicó a más de 20 universidades y fue aceptado en siete, varias de ellas con becas completas.
Sostiene que existe la falsa creencia de que, aun siendo admitidos, los estudiantes no podrán pagar sus estudios. "Cuando una universidad te acepta es porque está interesada en ti, y muchas veces busca la forma de ayudarte económicamente", afirma, destacando que una gran parte de los estudiantes en universidades élite se gradúa sin deudas.
El joven asegura que estas instituciones suelen ser más accesibles para estudiantes de bajos recursos que otras menos competitivas, debido a sus mayores fondos y donaciones. Por ello, insiste en la importancia de prepararse desde temprano y aprovechar clases avanzadas y actividades extracurriculares.
Sobre su experiencia personal, Dylan se define como agradecido y bendecido. Reconoce que la exigencia académica es alta y que el reto está en mantener el equilibrio entre los estudios, la vida personal y su presencia en redes sociales, pero asegura que su mayor motivación es inspirar a otros jóvenes dominicanos a superarse a través de la educación.
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