Expresidente de Honduras es hallado culpable por narcotráfico en EE.UU.
Tras el veredicto, Hernández, quien se enfrenta a una pena de prisión obligatoria de al menos 40 años, se puso de pie y permaneció en silencio con las manos cruzadas
El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández fue declarado culpable este viernes de narcotráfico y tráfico de armas por un jurado de un tribunal federal de Nueva York, al término de un juicio histórico que puede llevarle a pasar el resto de su vida en la cárcel. Su condena será anunciada el 26 de junio, anunció la fiscalía. RFI indagó con el doctor en Ciencias penales especializado en crimen organizado, Raúl Pineda Alvarado.
Un jurado estadounidense de un Tribunal Federal del Distrito encontró a Juan Orlando Hernández culpable de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos y de posesión y conspiración para poseer "dispositivos destructivos", entre ellos ametralladoras. Tras el veredicto, Hernández, quien se enfrenta a una pena de prisión obligatoria de al menos 40 años, y cuya sentencia está prevista para el 26 de junio, se puso de pie y permaneció en silencio con las manos cruzadas mientras los miembros del jurado desalojaron el juzgado.
Durante su primera campaña presidencial en 2013, Hernández, militante del derechista Partido Nacional de Honduras, se presentaba como un candidato favorable a la aplicación de la ley y el orden que sería capaz de detener la epidemia de drogas y delincuencia que había azotado al país. Pero según los fiscales en Estados Unidos, Hernández estaba aliado con las mismas fuerzas a las que pretendía combatir.
El doctor en Ciencias penales especializado en crimen organizado, Raúl Pineda Alvarado ha explicado en la antena de RFI: "Lo de Hernández es la punta de un iceberg que tiene que ver con el modelo electoral democrático. Las campañas son muy largas y caras y son excluyentes para el que no tiene dinero... y allá va el dinero de la corrupción y el crimen organizado para poder sostener los elevadísimos costes de la campaña. Eso lo arregla usted con una ley que le reduzca la campaña a 15 días pero esto no se hace porque no interesa". Alvarado explica también la importancia de establecer "mayores controles" para evitar que este fenómeno continúe.
Las pruebas y los testimonios presentados durante el juicio de Hernández retrataron un panorama desolador de un país en el que las drogas y la política han estado entrelazadas durante mucho tiempo.
Raúl Pineda Alvarado ha explicado en la antena de RFI: "El crimen organizado se ha convertido en un poder más dentro de la administración pública. Es un factor determinante para poner presidentes, presidentes del congreso o diputados....esto no se da por un acto de caridad cristiana. El enorme poder político de los traficantes se combina con factores de naturaleza política". Alvarado pone como ejemplo que a EE.UU. no le gustara que los primeros viajes de Hernández fueran a Nicaragua o a Cuba.
Aunque los exmandatarios extranjeros a veces son juzgados en Estados Unidos, no suelen serlo por delitos relacionados con las drogas. El paralelo más cercano a Hernández es el general Manuel Antonio Noriega, antiguo dirigente de Panamá, quien en 1992 fue declarado culpable ante un tribunal federal de Miami de permitirle al Cartel de Medellín que enviara cocaína a Estados Unidos a través de su país a cambio de millones de dólares en sobornos.
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