Uso de aeronaves civiles para emergencias nacionales y regionales
La aviación civil dominicana ha alcanzado un nivel de crecimiento importante, pudiendo convertirse en un componente de impacto regional para el Estado dominicano
Sus capacidades de apoyo a todos los niveles deben ser acordadas, planificadas y desplegadas de manera organizada y coordinada

Mientras el Gobierno dominicano se movilizaba para hacerle frente a la emergencia causada por la tormenta (y luego huracán) Melissa, un grupo de pilotos voluntarios, coordinados por la Coalición de Pilotos Dominicanos, se organizaba para poner a disposición de las autoridades una crucial herramienta: aeronaves civiles.
- Se logró inscribir como voluntarios a más de 30 pilotos, 10 aviones y un helicóptero.
Por décadas, los aeroclubes Dominicano74 y Quisqueya han ofrecido sus pilotos y aeronaves de manera voluntaria en casos de emergencia nacional, y con el rápido crecimiento de la aviación de transporte, esta visión se puede expandir a las aerolíneas y empresas ejecutivas, copiando modelos como el CRAF norteamericano.
Presencia global
La ex-secretaria de Estado de EE. UU., Madeleine Albright, se refería a los EE. UU. como la "nación indispensable" debido a la constante presencia de su país en todo tipo de crisis internacionales.
Desde conflictos armados hasta desastres naturales, es común observar en los aeropuertos de un país en crisis alguna aeronave norteamericana, a veces civil y a veces militar.
El alcance de la presencia norteamericana es definitivamente global, y cuando factorizamos en esa ecuación el componente de tiempo, solo hay una industria capaz de proveer esa combinación: la industria aérea.
EE. UU. es el centro de desarrollo aeronáutico global, y su enfoque en la materia es tanto civil como militar, contando con un mundo académico dedicado al desarrollo del tema aeronáutico.
Cuenta no solo con la fuerza aérea más avanzada del planeta, sino también con la más extensa cadena de aerolíneas del mundo. Esta combinación le permite tener tanto un desarrollo comercial como logístico sin precedentes, y con ello una presencia global sin paralelo. Pero, ¿cómo se organiza tal gorila aeronáutico?
Flota de Reserva Aérea Civil (CRAF por sus siglas en inglés)
El 15 de diciembre de 1951, los secretarios de Defensa, Robert Lovett, y de Comercio, Charles Sawyer, firmaron el acuerdo que creaba la flota de reserva civil CRAF.
Dicho acuerdo nació debido al reconocimiento de que, luego de la Segunda Guerra Mundial, el país había perdido una importante porción de su capacidad de movilidad aérea militar.
El período de la posguerra presenció un gran proceso de "desmovilización", en el que grandes cantidades de aeronaves y técnicos pasaron al retiro o al mundo civil.
Por lo que la mejor forma de mantener buena parte de las capacidades de transporte aéreo masivo era firmando acuerdos de cooperación con las empresas aéreas. Esto no solo abría las puertas al uso de dichas capacidades, sino que también reducía el presupuesto militar de mantener la listeza de grandes flotas de aeronaves militares.
La flota CRAF, desde entonces, ha jugado un papel protagónico en las diferentes crisis en las que EE. UU. ha tenido parte, desde la primera guerra del Golfo Pérsico en 1991, en el que CRAF proveyó 62 % de la movilidad de soldados y personal y 27 % de la carga, hasta emergencias humanitarias como el terremoto de Haití en 2010 y la reciente evacuación de Afganistán en 2021.
CRAF cuenta con dos componentes centrales, uno nacional y otro internacional, y el internacional se divide, a su vez, en internacional de corto radio y de largo radio.
En total, CRAF provee al Comando Aéreo de Movilidad (AMC) de la Fuerza Aérea de los EE. UU. (USAF) unas 517 aeronaves civiles, de las cuales 391 son aeronaves de gran dimensión, como los Boeing 747 y 777, asignados al largo radio, mientras que 126 son aeronaves medianas como los Boeing 737 y Airbus 320, asignadas al corto radio.
El programa está dividido en 3 fases: la fase I es para crisis regionales de menor tamaño y asistencia humanitaria (HADR), y las fases II y III son grandes movilizaciones para conflictos armados.
Esto se suma a los 702 cargueros de la USAF, divididos en 222 C-17 Globemaster III y 52 C-5 Galaxy, de largo radio, así como 428 C-130 Hercules de corto radio, para un total de 1,219 aeronaves civiles y militares para casos de emergencias nacionales.
Capacidades dominicanas
La aviación nacional dominicana ha estado rezagada por décadas, desde la caída de Dominicana de Aviación a finales de los 90. La aviación nacional cayó en un lapso de hibernación del cual recientemente se está recuperando.
Al momento, el país cuenta con una flota de aeronaves pequeñas bastante pujante, con unas 300 aeronaves de aviación general, de las cuales más de 50 son helicópteros.
En el sector transporte, hemos visto el rápido crecimiento de aerolíneas como Arajet y Skyhigh que, unidas a la antigua Air Century, representan un importante sector de transporte aéreo regional.
· En el caso de Arajet, la empresa cuenta con 13 aeronaves Boeing 737 Max 8, con planes de compra que le podrían llevar a más de 30 en los próximos 24 meses.
Esto, unido a los tres aviones Caza 212 de la Fuerza Aérea de República Dominicana, así como a una decena de aeronaves pequeñas de transporte y helicópteros militares, forman una importante combinación cívico-militar.
Nuestro país cada vez más se perfila como una economía emergente en la región, y con ello cobra importancia la asistencia en casos de emergencia regionales.
Debemos trabajar para crear una alianza cívico-militar en materia de aviación, que al igual que el CRAF norteamericano, permita al Estado proyectar su presencia a lo largo de la región y el mundo.

Francisco J. Diaz